JACOBO MONTES. Entrenador del Celta B

"Una propuesta atractiva no tiene sentido sin resultados"

Jacobo Montes, de pie, y Marcos Montes, sentado, en el banquillo de O Vao.
photo_camera Jacobo Montes, de pie, y Marcos Montes, sentado, en el banquillo de O Vao.

Jacobo Montes (Redondela, 20 de abril de 1977) llega al banquillo del Celta B tras formarse en el fútbol modesto en Choco, Alondras y Coruxo. Forma tándem técnico con su hermano Marcos, que describe una trayectoria similar. 

¿Entiende que llegar al Celta es una paso adelante en su carrera?
Sobre todo para nosotros, que no fuimos gente importante en el mundo del fútbol. Llegar a la estructura de un club profesional como el Celta es importante y queremos demostrar que estamos capacitados para este trabajo. Nuestro bagaje es el fútbol modesto y queremos ser esos entrenadores que puedan derribar la puerta para la gente que no fue tan importante en el mundo de fútbol, pero que con trabajo y haciendo las cosas bien, puede tener esas oportunidades. Nos brinda esta opción el Celta y tenemos ganas de mostrar que podemos hacerlo y que no se han equivocado con nosotros. 

Tanto usted como Marcos vienen de equipos en los que hacían la plantilla casi en la totalidad y eran los principales responsables. Ahora, esta situación cambia. 
En la estructura de un club profesional, con una dirección deportiva que tiene que tomar sus decisiones, ya sabes que cambia la planificación. De momento, estamos contentos porque nos tienen en cuenta, nos preguntan mucho y nos hacen sentir partícipes de los movimientos que se están haciendo. Espero que podamos confeccionar una plantilla lo más equilibrada posible. 

¿Conocen a los jugadores de la cantera del Celta?
Por cercanía y por obligación, porque el Celta es un vivero de grandes futbolistas, los conocemos bien. Vimos muchos partidos del juvenil el pasado año y sabemos que tienen un buen nivel. Vienen de hacer la mejor puntuación de la historia del club en la División de Honor y algunos jugadores de esa generación tienen que tener su sitio en el Celta B. No sé exactamente el número. En mi cabeza puede haber cuatro, cinco o seis, pero para eso están los entrenamientos y la  pretemporada. Porque igual hay algunos que en mi cabeza no figuran, pero muestran sobre el campo que están perfectamente capacitados para formar parte de la plantilla.  

Con su llegada y la de Eduardo Covelo a la dirección de la cantera, ¿habrá más jugadores gallegos en el filial?
Nos gustaría. Sabemos que Galicia es un vivero de jugadores y de entrenadores. Soy de los que pienso que, si los tenemos en Galicia, ¿por qué ir a buscarlos fuera?. En todo caso, no todo se puede conseguir y hay que encontrar el equilibrio entre los jugadores foráneos y los gallegos para mantener la idiosincrasia del club.  

El Coruxo de la pasa temporada el equipo empezó con muchas dudas, pero a mitad de curso era un equipo completamente diferente, ¿teme que en el Celta B no tenga este tiempo para trabajar?
El enemigo número uno de un entrenador, pero de cualquiera, es el tiempo. Fichar a un técnico y a los dos o tres meses destituirlo es un fracaso tremendo del club por haberlo escogido o por no haberle dado el tiempo suficiente para que demuestre lo capacitado que estaba para dirigir a ese conjunto. El tiempo es la clave para el entrenador y, por nuestra forma de entender el fútbol, nos gusta ir analizando los déficits del equipo y la dirección que se debe tomar. Eso se consigue con trabajo y tiempo y ya no depende de nosotros la paciencia que se vaya a tener, ya sea en el Celta o en otro club. Evidentemente, cualquier entrenador lo que pide es tener tiempo de trabajo porque el Coruxo de  la primera jornada no tenía que ver casi nada con el de la décimo quinta. Fueron tres meses que resultaron clave para que la formación pudiera tener su evolución y alcanzar un nivel óptimo. A nosotros nos gusta que el equipo tenga mucho orden a nivel defensivo y, en ataque, optamos por dar pautas para poder hacer daño al rival por medio de superioridades numéricas en zonas del campo que nos interesen. Y todo eso sólo se consigue con mucho trabajo diario, tiempo y tranquilidad.   

¿Esperan que los dejen trabajar sin interferencias?
Lo que establece la diferencia es el día a día y será lo que marque las convocatorias, las alineaciones y la forma en la que queremos jugar para alcanzar el máximo rendimiento. No me preocupa lo más mínimo que pueda suceder eso porque tenemos el carácter suficiente para decir que somos los que tenemos más información para la elección de los jugadores.   

Y el Celta también se fijaría en los hermanos Montes por su marcado carácter ofensivo.
Me imagino que todo está relacionado. Tuvieron tiempo para observarnos en el trabajo diario, buscarían información y también nos verían trabajar. Creo que lo importante es que el fútbol que nos gusta proponer encaja en un filial con gente joven, dinámica y un juego alegre. Es lo que queremos practicar, pero siempre que podamos hacerlo y que los jugadores nos permitan desarrollar ese tipo de fútbol. Si no los tenemos, hay que buscar otras alternativas para que el equipo siga compitiendo, desarrollándose y obteniendo resultados. Una propuesta atractiva no tiene sentido si no llegan los resultados. No vamos a estar satisfechos si no hay victorias. El equipo tiene que competir y tiene que formar a los deportistas. Ahora, en pretemporada, veremos si tenemos los jugadores precisos para hacer ese fútbol de ataque que a nosotros nos gusta. Lo haremos si el perfil del equipo lo permite y buscaremos que así sea. No obstante, pienso que es el entrenador el que debe adaptarse a los jugadores. Siempre. 

¿Cómo funcionan Jacobo y Marcos en el día a día?
En todos los sentidos somos un tándem. A mí no me gusta hablar de primero y segundo. De hecho, el año pasado Marcos daba charlas en los descansos, antes de los partidos, dirigió entrenamientos... En nuestro caso no existe esa distinción. Somos dos jóvenes con mucho conocimiento, incluso Marcos puede tener más que yo, y la cuestión de primer y segundo entrenador es casi figurativo. En el día a día, nos comportamos como primer entrenador. 

¿Discuten mucho?
Los hermanos siempre lo hacen. Pero así como tenemos capacidad para hacerlo, también la tenemos para que se nos pase el cabreo en nada las pocas veces que sucede. Vemos el fútbol de forma parecida y, al final, discutimos muchas menos veces de lo que la gente puede creerse. 

Entre las diferencias, creo que Marcos incluso apuesta más por los jóvenes que usted. 
Sí. El año pasado, que era la primera experiencia como tándem, es cierto que, tanto como él aprendía de mí, yo también lo hacía mucho de él. Y sí que me sorprendió ese aspecto, apostaba mucho por la gente joven. Eso sí, siempre que se lo merecía. 

En su trayectoria por separado, y también en el Coruxo, si tenían que sentar a un jugador lo hacían sin problemas. 
Tiene que ser así. El entrenador que realice lo de jugar por decreto se hipoteca para el futuro. Nosotros damos tanta importancia al día a día que, si no ponemos a los que consideramos oportunos sin importar el estatus o el pasado, cometeríamos un error. Esto va de rendimiento y méritos diarios. Si no somos justos a la hora de hacer un equipo y una convocatoria, estaríamos tirando piedras contra nuestro tejado. 

Llegan a un club profesional y a los jugadores con representantes. 
Eso es una piedra más y un proceso más en el aprendizaje. Es algo que tienes que lidiar y torear. Todo lo que sucede es para sacar cosas positivas. Y si hay representantes enfadados o disconformes tendrán que dirigirse al club porque a nosotros no nos va a temblar el pulso.n

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