El goleador del Octavio asume peso y avisa de que "en esta categoría si te lo crees, te hundes"
Óscar Silva terminó el partido del pasado sábado en la cancha del Balonmano Nava celebrando, junto a sus compañeros, la victoria y sabiendo que su aportación ofensiva había sido importante. Pero no tenía la cuenta de goles clara. Marcó nada menos que once, pero "no lo supe hasta que vi el acta después".
La explosión realizadora del primera línea en el último mes ejemplifica el estado de gracia en el que vive el Academia Octavio, cuarto clasificado de la División de Honor Plata tras mostrarse inexpugnable en As Travesas y sumar ya dos triunfos lejos de Vigo. Una realidad más que interesante para un grupo que, de salida, se había concienciado en pelear por la permanencia como único objetivo.
Con 12 puntos en nueve jornadas y la posibilidad nada remota de cerrar esa salvación ya en la primera vuelta, podría pensarse en metas más ambiciosas. Sin embargo, en el seno del vestuario se mantiene la prudencia. "Desde el principio de temporada dije que la meta era la permanencia. Cuando la logremos, de ahí para arriba. Pero en esta categoría tan igualada, si te lo crees mucho te hundes hasta lo más hondo", reseña Silva.
El lateral académico cree haber acertado con el cambio de equipo de este verano, pasando del Chapela al Octavio: "Fue una decisión bastante dura, pero quería seguir en la categoría y la opción del Octavio era la mejor para mí". Y en el equipo rojillo ha tenido que asumir otro papel. "En Chapela, la mayoría de la gente era mayor que yo. Aquí, Jabato desde el principio me dijo que quería que fuese un jugador importante y, poco a poco, lo voy consiguiendo", explica.
A Óscar Silva no le falta autocritica y sabe que todavía tiene puntos por pulir. "Sobre todo, la defensa, en la que flojeo mucho. Pero estamos trabajándolo. Y en ataque, tengo que tirar más de 9 metros, llegar y levantarme", resume. Porque sabe que "por altura, tengo que asumir ese papel en el equipo, aunque hay más gente que puede hacerlo".n
