Iván Villar logró ante el Valencia su primer triunfo en Primera siendo el guardameta de menor edad de la categoría
Muchas miradas en este arranque de temporada para el Celta se centraban en la portería, donde el canterano Iván Villar tenía –y tiene– que defender el fuerte ante las ausencias por lesión de Rubén Blanco y Sergio Álvarez. El de Aldán ya asumió tal papel en las agónicas cuatro últimas jornada del pasado año, que se unieron en su currículum con el primer equipo a su debut en la penúltima jornada del curso 16/17 en la visita al Alavés. En esos cinco precedentes y hace diez días en Eibar, el guardameta no pudo celebrar una victoria, algo que sí pudo realizar por fin el pasado sábado tras el duelo ante el Valencia.
La labor que ha asumido Villar no es sencilla, especialmente en un puesto que precisa de serenidad y poso. El céltico es, de hecho, el guardameta más joven de los que han dispuesto de minutos en Primera en lo que va de temporada, con sus 23 años. El portero del Athletic, Unai Simón, comparte con él año de nacimiento (1997) pero el cangués cumple un mes después. A su edad, ni Sergio Álvarez ni Yoel Rodríguez, dos de los últimos metas salidos de la cantera celeste, habían debutado en la máxima categoría. Rubén Blanco sí que fue mucho más precoz.
Las últimas informaciones del cuerpo médico celeste sitúan la fecha de regreso a los campos de Rubén Blanco y Sergio Álvarez para el próximo mes de noviembre. Hasta entonces, si el club no cambia de idea en cuanto a reforzar la portería, será Iván Villar el encargado de defender la posición. Hasta la fecha, los números de este arranque de temporada lo cobijan, con sólo un gol encajado –el de Maxi Gómez el pasado sábado–, y tres intervenciones acertadas a un total de cuatro remates. Además, ha mostrado su capacidad para jugar con los dos pies –aunque con tendencia a la derecha– y su valentía para salir a los balones aéreos, con el despeje de puños como su principal sello.n
La labor que ha asumido Villar no es sencilla, especialmente en un puesto que precisa de serenidad y poso. El céltico es, de hecho, el guardameta más joven de los que han dispuesto de minutos en Primera en lo que va de temporada, con sus 23 años. El portero del Athletic, Unai Simón, comparte con él año de nacimiento (1997) pero el cangués cumple un mes después. A su edad, ni Sergio Álvarez ni Yoel Rodríguez, dos de los últimos metas salidos de la cantera celeste, habían debutado en la máxima categoría. Rubén Blanco sí que fue mucho más precoz.
Las últimas informaciones del cuerpo médico celeste sitúan la fecha de regreso a los campos de Rubén Blanco y Sergio Álvarez para el próximo mes de noviembre. Hasta entonces, si el club no cambia de idea en cuanto a reforzar la portería, será Iván Villar el encargado de defender la posición. Hasta la fecha, los números de este arranque de temporada lo cobijan, con sólo un gol encajado –el de Maxi Gómez el pasado sábado–, y tres intervenciones acertadas a un total de cuatro remates. Además, ha mostrado su capacidad para jugar con los dos pies –aunque con tendencia a la derecha– y su valentía para salir a los balones aéreos, con el despeje de puños como su principal sello.n
