Szeged es un tempo del piragüismo en un país que ama este deporte como es Hungría. Probablemente, la mayor potencia mundial con sus algo menos de 10 millones de habitantes y el lugar escogido para repartir el principal número de billetes para los Juegos de Río en una modalidad en la que también destaca España, que obtuvo tres preseas en Río y, especialmente, Galicia. Precisamente, ayer entró en competición la veterana Teresa Portela que, a los 37 años, busca certificar su presencia en tierras niponas y lo hace para convertirse en la única española, de cualquier deporte, con seis presencias en citas olímpicas.
Su participación comenzó con una jornada relativamente tranquila en la que obtuvo el segundo mejor tiempo de su serie y el cuarto del día en K1 200 con el que certificó la presencia en las semifinales en una de las calles centrales. Aunque los tiempos son una mera referencia, la neozelandesa Lisa Carrington ya se mostró superior al resto (38:53), mientras que la polaca Marta Walczykiewicz, la sueca Linnea Stensils y la propia Portela estuvieron separadas por dos centésimas.
Su siguiente capítulo hacia los Juegos lo vivirá mañana 16:18 horas con las semifinales con tres plazas en la regata definitiva en juego. En la pista olímpica húngara se reparten cinco billetes para los Juegos de Tokio, aunque en 2020 habrá otras oportunidades, pero serán duras.
No existe segunda oportunidad en el barco de cuatro componentes sobre 500 metros tanto en la categoría masculina como en la femenina. Dentro del barco de hombres se encuentra el cangués Rodrigo Germade, junto al betanceiro Carlos Arévalo, Saúl Craviotto y Marcus Cooper. Inician esta tarde su participación (17:33 horas) con el cartel de barco favorito a las medallas, pero también después de un año de dudas con resultados lejanos a su rendimiento habitual y la salida del grupo de Cristian Toro, que fue relevado por Arévalo. En todo caso, el objetivo de estar entre los diez barcos que se clasifican para Tokio parece asequible para un barco de extraordinario nivel.
El K4 500 metros femenino (17:55) cuenta con la grovense Natalia García y la palista gijonesa del Kayak Tudense Sara Ouzande. En su caso es un bote que se terminó de configurar en la presente temporada y, por lo tanto, luchar por estar en Tokio es su único objetivo.
Roi Rodríguez, en solitario
Por su parte, el tomiñés del Kayak Tudense Roi Rodríguez comenzará a primera hora (9:56) su participación en las series de K1 1.000 metros. En su caso, se ponen en juego cuatro plazas para las semifinales de mañana. En esta prueba, los billetes disponibles para los Juegos Olímpicos son escasos al meterse de forma directa cinco barcos. Es una competición dura y a la que además Roi Rodríguez llega después de un verano irregular en el que sólo logró su rendimiento habitual en el pasado Campeonato de Europa. En su caso, se añade a que es de los pocos deportistas de la selección española que realiza la preparación por su cuenta y comparte muchas sesiones con el campeón del mundo, el luso Fernando Pimenta.
Graña y Pedro Vázquez, a la final
Dentro de las pruebas no olímpicas, ayer se disputaron las series de C2 200 y K4 1.000 metros. En la primera paleó el cangués Pablo Graña ganó para meterse en la final del viernes y Pedro Vázquez, del Kayak Tudense, fue tercero y también peleará por los metales.n
