El Conservas Orbe Rubensa Porriño regresó ayer a los entrenamientos y lo hizo con siete positivos por covid en su plantilla aunque sólo dos de ellos son nuevos, ya que cinco corresponden a jugadoras que conocieron su situación en días anteriores y podrían superar a lo largo de esta semana el virus. A esto se añade que el club decidió aislar a otras tres deportistas, contactos estrechos de las afectadas, por lo que Isma Martínz tenía ayer sólo diez jugadoras de las habituales disponibles a las que añadió dos procedentes de la formación juvenil.
De esta forma, el conjunto porriñés podrá afrontar el duelo previsto ante el Mecalia Atlético Guardés mañana (12:00, A Sangriña) a puerta cerrada. El duelo servirá a ambos conjuntos de División de Honor para retomar la actividad y, de esta forma, encarar el regreso a la competición la siguiente semana. Martínez se verá obligado a disponer de un equipo de circunstancias a la espera de recuperar a las bajas y José Ignacio Prades, técnico del Guardés, optará por repartir minutos entre sus jugadoras.
El Aula, rival en Copa
Por otra parte, el Conservas Orbe Porriño conoció ayer que será el Aula Cultural Valladolid su rival en la segunda eliminatoria de la Copa de la Reina y que da acceso a la fase final. El cruce es de dificultad y tendrá el primer enfrentamiento el miércoles 26 de enero en el Municipal porriñés y se resolverá el 29 o 30 del mismo mes en territorio pucelano. Curiosamente, ambos conjuntos se midieron el pasado curso a la misma altura del torneo y la escuadra de Isma Martínez quedó eliminada por un único tanto de diferencia después de los dos duelos. Buscará una venganza deportiva en el presente curso ante un rival pucelano que parte como favorito, pero al que intentará sorprender el equipo porriñés.
