El pabellón cangués de O Gatañal coronará hoy a cuatro diferentes campeones de las competiciones coperas autonómicas, tanto las Copas como las Supercopas. Mención especial merece el Balonmano Porriño, club que estará representado en nada menos que tres de las finales, todas menos la Supercopa masculina, reservada en el duelo decisivo para los dos equipos gallegos de la Liga Asobal, el Balonmán Cangas y el recién ascendido Cisne pontevedrés (19:00). También los dos equipos femeninos en la élite de División de Honor, Mecalia Atlético Guardés y Conservas Orbe Rubensa Porriño, se jugarán el título, aunque en su caso sin rondas previas (17:00). Y antes, Lavadores (Primera Nacional) e Indupor Porriño (Primera Autonómica) se juegan la Copa (11:00), el mismo título que disputarán Rubensa Porriño y Oliveira&Faro Saeplast Cañiza, ambos de División de Honor Plata (13:00).
Tras las semifinales de la Copa masculina del pasado viernes, la jornada del sábado estuvo dedicada a las femeninas de esa misma competición y a las masculinas de la Supercopa. Y lo cierto es que, a diferencia del primer día -cuando el Porriño de Autonómica superó al Bueu de Primera Nacional-, no hubo sorpresas.
En la máxima competición masculina, los dos equipos de Asobal dieron cuenta de sus rivales. El que más complicado lo tenía, sobre el papel, era el Cisne, ya que tenía que medirse con el único conjunto gallego de División de Plata, el Valinox Novás. Un 5-0 de parcial a favor de los pontevedreses justo antes del descanso (del 9-9 al 14-9), seguida de un 6-1 en el arranque del segundo (hasta el 20-10) condenó las opciones rosaleiras. Por su parte, el Cangas se mostró netamente superior al Disiclín Lalín, rival que milita dos categorías por abajo, y se impuso con claridad (32-23).
En la Copa femenina, el Cañiza, de Plata, comenzó con un 0-5 ante el Calvo Xiria, de Primera Autonómica, y llegó a la final sin sufrir (25-40). Y en el duelo de la segunda categoría entre Rubensa Porriño y Asmubal Meaño, las porriñesas fueron superiores salvo en el arranque. El 1-4 inicial fue un espejismo y, al descanso, el marcador ya era de 20-10. Al final, un 39-26 más que contundente.
