Ante un problema importante, una solución buena y rápida. El Conservas Orbe Rubensa Porriño tuvo que moverse en el mercado debido a la baja de la portuguesa Mónica Soares, una de sus jugadoras más destacadas de la pasada campaña y lo hizo con celeridad para incorporarar a dos internacionales argentinas: Micaela Casasola y Corolina Bono.
Es especialmente destacada la llegada de Casasola, una jugadora consolidada en la selección argentina con más de 40 partidos en ‘La Garra’ con sólo 24 años y, además, estrella en su equipo, el Vélez. La jugadora, a pesar de la indudable calidad, no había querido dar el salto a Europa a pesar de tener propuestas en años anteriores y sí optó por hacerlo este verano. La idea de la entidad porriñesa es que ocupe la demarcación de lateral izquierdo, aunque también ejercer de central, de forma que podrá descargar de minutos a Anthía Espiñeira en esa posición o jugar juntas y cambiar el puesto en el transcurso del encuentro. Encontrar una primera línea de este perfil era una prioridad para el club en el presente mercado.
Por su parte, Caro Bono responde a un perfil similar de jugadora. Se mueve en las mismas posiciones, pero en su caso, dispone de menos trayectoria. Tiene 20 años y la pasada temporada militó en el Elche con el que ganó la Copa de la Reina. En todo caso, fue una primera línea de rotación, con un protagonismo escaso. Pasó por las distintas selecciones de formación de argentina.
El Porriño queda a la espera de poder cerrar en el mercado una zurda, bien para el lateral o el extremo. Además, también causa baja en la formación la lusa Ana Rodrigues Cerqueira que finalizó la temporada con problemas de rodilla y deja el equipo.
