El Porriño baja al Guardés del trono gallego

Ya se sabe que no hay peor cuña que la de la propia madera. Y el Mecalia Atlético Guardés lo probó ayer en sus propias carnes. El conjunto miñoto perdió en la pista del Conservas Orbe Rubensa Porriño su primer derbi liguero en casi siete años. Una derrota sustentada en dos antiguas inquilinas de A Sangriña: Paulina Buforn, que asestó nueve dentelladas en forma de goles al que fue su equipo; y una sideral Estela Carrera, que se hinchó a encadenar paradas para desesperar a las visitantes, sobre todo en una segunda mitad en la que la alicantina levantó un muro entre los palos.

Ahí estuvo la diferencia en el choque. El conjunto que entrena Abel González tan solo contabilizaba tres goles cuando el marcador rozaba los 20 minutos desde el regreso de los vestuarios. Una producción insuficiente, provocada por la persiana que la portera alicantina echó a su portería, amparada también por la subida de nivel defensivo de todo el bloque local. Una defensa más profunda, por momentos casi 5:1, complicó mucho más las operaciones de Patrícia Lima. Y eso es lo mismo que decir que complicó las operaciones ofensivas del Guardés, que nunca encontró situaciones cómodas de lanzamiento.

A partir de ese aspecto, llegaron todos los demás. El Porriño encontró una efectividad mucho mayor de lo habitual en ataque, tanto en el lanzamiento como en la minimización de pérdidas. Todo este cóctel supuso una ventaja de en torno a los tres goles mediada la segunda mitad, que ya nunca se reduciría. Solo en un momento dado pudieron las visitantes -de negro ayer- colocarse a dos goles gracias a un parcial de 0-2 con goles de Patrícia Lima y Elena Amores. Pero no pasó de una vaga esperanza diluida en el griterío del Municipal porriñés.

El caso es que la exportera del Guardés firmó una veintena de paradas de todos los colores. A las extremos, a las pivotes, a las primeras líneas. La meta local dejó en 8/23 a las visitantes desde los seis metros.  Incluso cuando encajaba, Carrera tocaba el balón. Algo que siempre suma puntos en la eterna lucha mental entre la guardameta y las lanzadoras. 

Esa lucha cayó del lado local. Y eso que no siempre estuvo claro. Porque en la primera mitad, el Guardés compitió incluso mejor que el Porriño. Carratú rayó a gran altura, al igual que el bloque defensivo. Y en ataque, Lima dirigía y encontraba buenas situaciones para sus compañeras. Especialmente acertada estuvo Ángela Nieto, con cuatro goles. Pero, tras el paso por el vestuario, el viento giró para dejar la victoria en el Municipal. La primera en siete años. Así se culminó el destronamiento. 

Orbe Rubensa Porriño (11+13):
Mica Casasola (5), Alicia Campo, Malena Valles (3), Inés Hernández, Ayelén Rosález (p.), Aitana Santomé, Estela Carrera (p.), Ari Portillo, Maider Barros (3), Sarai Samartín, Paulina Buforn (9), Carmen Prelchi (1), Carme Castro (3), Marta Groba, Lucía Méndez y Bego Otero.

Mecalia Atlético Guardés (12+8):
Marisol Carratú (p.); África Sempere (1), Sandra Santiago (6), Giselle Menéndez, Ángela Nieto (4), Pauli Fernández, Míriam Sempere (p.), Cris Cifuentes, Patrícia Lima (4), Celia García, Elena Amores (1), Carla Gómez (1), María Sancha (1),Júlia Nuez y Daniela Moreno (2) y Aroa Fernández. 

Marcador cada cinco minutos:
2-2, 4-4, 6-7, 9-8, 10-11, 11-12 (descanso); 13-13, 15-13, 1815, 20-16, 21-18 y 24-20 (final).

Árbitros:
José Carlos Friera y Andrés Rosendo. Excluyeron con dos minutos a las jugadoras locales Aitana Santomé, Sarai Samartín y Carme Castro y a las visitantes África Sempere, Ángela Nieto, Patrícia Lima y Carla Gómez.

Incidencias:
Partido de la séptima jornada disputado en el pabellón Municipal do Porriño, que registró buena entrada, aunque sin llegar a llenarse.