El internacional ghanés se ha convertido en una de las grandes sorpresas positivas para el Celta en este comienzo de temporada.
Tras ver desde el banquillo el primer partido de Liga, frente al Real Madrid –en el que el conjunto vigués encajó tres goles–, Aidoo se ha hecho con todo merecimiento con un puesto en el equipo titular de Fran Escribá. Ayer, cuando a la media hora de juego los celestes se quedaron con dos hombres menos por las expulsiones de Jorge Sáenz y Fran Beltrán, Balaídos se temió ver una goleada de escándalo en contra. Pero ahí estaba el central para llegar a cada balón que pasaba por el área, para corregir cada error de alguno de sus compañeros y para despejar sin contemplaciones todo el peligro que era capaz de generar el Granada.
De hecho, el equipo andaluz sólo fue capaz de marcar a balón parado y con un obús desde fuera del área de Yangel Herrera que se coló por la escuadra de la portería de Rubén Blanco.
Sin hacer faltas, Aidoo redujo la ofensiva visitante a la mínima expresión y aún le sobró energía para sumarse él mismo al ataque en la segunda parte, en la que protagonizó un par de contraataques peligrosos y llegó a rematar un pase de Aspas en el corazón del área, aunque le salió desviado. Un auténtico tesoro para el Celta. n
De hecho, el equipo andaluz sólo fue capaz de marcar a balón parado y con un obús desde fuera del área de Yangel Herrera que se coló por la escuadra de la portería de Rubén Blanco.
Sin hacer faltas, Aidoo redujo la ofensiva visitante a la mínima expresión y aún le sobró energía para sumarse él mismo al ataque en la segunda parte, en la que protagonizó un par de contraataques peligrosos y llegó a rematar un pase de Aspas en el corazón del área, aunque le salió desviado. Un auténtico tesoro para el Celta. n
