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Del pijama a oler el césped

Haydée Agras posa con la vestimenta oficial del Johor Darul, su nuevo equipo.
photo_camera Haydée Agras posa con la vestimenta oficial del Johor Darul, su nuevo equipo.
La analista viguesa Haydée Agras, tras siete años de freelance, recala en el Johor Darul malayo

Del pijama frente al ordenador a pisar el césped con las botas, pero con el vídeo como elemento de principal elemento. La viguesa Haydée Agras entró a formar parte del cuerpo técnico del Johor Darul malayo tras siete años como 'free-lance'. "Era el paso que me quedaba por dar y me costó bastante, la verdad", reconoce la analista de fútbol y fútbol sala. 
Su nuevo destino conllevó un cambio de vida, con mudanza incluida. Y, sobre todo, de estilo.  "Hasta ahora trabajaba en casa, en pijama, con una fecha de entrega que cumplir, pero yo me organizaba como quería. Ahora estoy en todos los entrenamientos, en las reuniones del cuerpo técnico y me tiro el día en la ciudad deportiva. Paso de estar aislada sin compañeros a estar con ellos todo el tiempo", explica la viguesa. Una situación nueva que llegó con la entrada del mes de enero y que, además, le obliga "a subirme en un coche en marcha. El cuerpo técnico lleva unos cuantos años trabajando junto, le va muy bien y tiene su ritmo de trabajo ya mecanizado. Yo me tengo que subir a él como sea". 
No obstante, era un cambio que buscaba dar desde sus inicios en el mundo del fútbol. "Llegar a un acuerdo fue sencillo porque ambos queríamos entendernos y resultó sencillo. Ya me conocían, llevaban un año trabajando juntos y estábamos contentos. Yo también quería venir. Ahora, entro en un cuerpo técnico profesional y la remuneración también es distinta a estar por mi cuenta", admite Agras. Durante los últimos años firmó una gran cantidad de informes para numerosos clientes pero "estar como autónoma es complicado. Además, yo soy una mujer y el mundo del fútbol es como es. Se hace difícil pero lo fui sacando. Trabajé mucho para una empresa rusa que se llama InStat, que siempre confió mucho en mí sin importarle que fuese mujer. Me dieron un volumen importante de trabajo a la semana y, con este colchón, iba haciendo encargos por libre. Durante estos cinco años que estuve con ellos nunca me faltó trabajo, incluso con la pandemia". 
Una profesión de analista a la que llegó casi de casualidad. "En mi etapa como jugadora profesional de fútbol sala –se retiró en el Burela– estudié Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Escogí una asignatura de análisis de táctica porque era la que mejor me venía. Y fue todo un descubrimiento. Después, hice dos máster sobre el mismo tema", explica la exdeportista y técnica. 
De hecho, aquella decisión trivial reconoce que "me cambió la vida. Gracias a esa materia, contacté con el Pozo de fútbol sala y estuve dos años allí haciendo prácticas y trabajando. Desde ahí, ya tuve claro que iba a intentar ser analista profesional, si podía lograrlo. Se dio todo bien y lo conseguí". En el caso de Haydée Agra, curiosamente, siempre tuvo claro que "nunca quise ser entrenadora. Me parece complicadísico y ya en mi etapa como jugadora tenía claro que no me quería dedicar a eso". 

Natxo Insa y un Príncipe
El club que se decidió a incorporarla es el Johor Darul de Malasia. Es la escuadra de referencia en el país, ya que acumula siete títulos de liga consecutivos y, poco a poco, crece en la Liga de Campeones de Asia. Entre los nombres conocidos se encuentra el excéltico Natxo Insa que, a los 34 años, encontró su sitio en la escuadra, en gran medida, por su abuela: "Tenemos jugadores malayos y también varios nacionalizados como Insa, que disponen de familiares de aquí. Usamos eso y tenemos tres extranjeros que sí ocupan plaza de extracomunitarios". El último en llegar fue en las últimas horas el argentino Jonathan Herrera. "El informe fue positivo. Lo demás ya son cosas de clubes y representantes", expresa Agras. 
Analizar los jugadores que puedan formar parte de la escuadra será uno de sus cometidos. También deberá describir a los oponentes, aunque "no sólo hago el análisis del rival o el propio. Hablo con el entrenador de porteros, con el preparador físico o con otros. Cambia mucho el día a día y hay mucho más análisis de entrenamiento. De hecho, crearon el departamento, fundamentalmente, para eso. Paso de ver un rival a la semana a todos los días analizar nuestros entrenamientos, hacer cortes y tener reuniones". 
Y, al igual que todos sus compañeros en el cuerpo técnico, realizará el trabajo con cierta presión porque el Johor Darul tiene por objetivo la victoria en todas las competiciones de su país. Además de la liga, también disputan dos Copas y la Supercopa. El siguiente paso es brillar en la Liga de Campeones asiática. "Debutaron hace dos años y todavía queda para poder optar a llegar a una fase final. Pero el objetivo del club es estar cada día más cerca de conseguirlo. Están metiendo mucho dinero y haciendo las cosas bien. Ahora, tenemos un centro de entrenamiento que es equiparable a cualquiera de Europa y la idea es ser competitivos en Asia, pero no será fácil ni rápido", admite Haydée Agras, que conoce bien el nivel en el continente tras años de análisis. 
Otra peculiaridad del club es su dirección porque lo preside el Príncipe de Johor, Tukum Ismael. "Siempre que puede, viene al campo para observar cómo va todo e interesarse por el equipo. Tenemos un trato casi diario con él. Ya era algo que sabía antes porque es un caso famoso en el fútbol asiático. El equipo, desde que lo cogió él, tiene mucho éxito y, además, se hace notar", describre la viguesa. 

Una final y una viga en el vídeo
Haydée Agras admite que, lo principal para ser analista de fútbol, "es que te guste ver partidos. El año pasado, sólo por trabajo, vi 450". Y en esta cantidad, la viguesa pasa por todos los estilos y también curiosidades. "Tengo hecho análisis para finales de Liga de Campeones y partidos en Epaña, pero también otros como la segunda división universitaria de Estados Unidos o encuentros de clasificación para la Copa de África o la Copa de Oro, en la que militan "países remotos como Swazilandia, para los que tuve que analizar hasta doce", explica. Y, en estos contextos, "siempre pasa algo que todavía no lo había visto antes. Puedes encontrarte que salta un perro al campo que te lleva el balón, una jugada muy muy extraña, alguien en el público con un uniforme raro o un árbitro que, de pronto, se marcha del partido. En la liga universitaria femenina me encontré que el cámara que seguía el partido estaba en una habitación para no mojarse y, al cambiar el tiro de cámara, de una portería a la otra había una viga en medio. Y el medio campo no lo podía ver". 

En el mundo musulmán
Antes de su llegada al Johor Darul malayo, Haydée Agras residía en Bangkok (Tailandia) y ahora se mudó a Johor, que "es una ciudad de tamaño similar a Vigo. Muy verde y que tiene mar". El país es, fundamentalmente, musulmán: "Pero la sociedad no es como en los países árabes, es mucho más light. Por lo que vi hasta ahora, el trato es bueno y con los jugadores, igual. Nos damos la mano perfectamente". Es la impresión de los primeros días porque lleva tres semanas en el país. En este tiempo allí, ya observó que "también hay población de china y de la india" y, sobre todo, "nada tiene que ver con una ciudad europea, pero es muy muy tranquilo".n

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