ANA BUCETA. Jugadora moañesa del Málaga

"Pensé en dejarlo, me veía en un túnel sin salida"

Ana Buceta acumula partidos con el Málaga tras cuatro operaciones de rodilla.
photo_camera Ana Buceta acumula partidos con el Málaga tras cuatro operaciones de rodilla.
Ana Buceta (Moaña, 4 de diciembre de 1992) acumula 807 minutos en lo que va de temporada con el Málaga de Segunda División.

Titular indiscutible, la morracense deja atrás cinco años de calvario con cuatro operaciones en la rodilla izquierda desde febrero de 2014 por un problema de cartílago. En aquel momento, incluso había sido convocada con España. 

¿Cómo se siente en el campo?
Estoy jugando casi todos los partidos completos. Me estoy encontrando muy bien, llevaba tiempo sin acumular minutos. No sabía cómo iba a responder la rodilla y lo está haciendo a las mil maravillas. Todo el mundo tenía dudas, incluso yo. No tengo queja y la articulación está a tope. 

¿Cómo es la Ana Buceta de ahora?
El juego es parecido, pero no estoy teniendo el acierto hacia el gol que tenía antes. Con trabajo e insistencia seguro que llegará. Continúo jugando en la misma posición, de mediocentro o de mediapunta. Estoy cerca de las delanteras y con mucha libertad de movimientos. El equipo no está haciendo goles y, personalmente, tampoco estoy acertada en esa faceta. Espero encontrar el olfato goleador pronto.  

Fueron cuatro años de lesiones, ¿qué se siente al recuperar la rutina?
Tengo la ilusión. La de jugar, la de competir. Vuelvo a sentir el fútbol porque antes no lo hacía. Al salir de la lesión pude jugar algo con el Levante, pero sin esas ganas del día a día. Antes estaba pendiente de la rodilla, de saber si iba a responder y si me dolía, y ahora vuelvo a estar pendiente del juego.  

Un premio a no perder la esperanza. 
Sí. Estaba segura de que volvería a jugar, lo que no sabía era el nivel que podía dar. Estoy contenta porque me voy acercando a la Ana Buceta que era antes de la lesión. Todavía me falta mucho, eso lo tengo claro, pero es la dinámica. El objetivo es completar cada entrenamiento, seguir jugando y poder disfrutar. No miro más allá de eso y de ayudar al equipo.  

¿Con cuántos médicos y enfermeras hizo amistad?
La verdad es que muchos. Mi rodilla pasó por las manos de mucha gente.  

¿Cómo llegó al Málaga?
Todavía estaba en Valencia y, en ese momento, me había comunicado el Levante que no seguía allí. Me llamó el director deportivo y me dijo que estaban interesados en mí. También me llamó el entrenador. Me gustó el proyecto y tener la confianza de que un entrenador te quiera, me llenó. La salida del Levante se veía venir, me lo esperaba. Lo que es cierto es que igual esperaba quedarme un año más y poder despedirme. De hecho, terminé lesionada la temporada porque me volvieron a operar para limpiar la cicatriz, y no contaba con salir sin tener la opción de despedirme después de siete temporadas. Fue algo duro porque era mi segunda familia. 

¿Le sorprendió la confianza del Málaga?
La verdad es que sí porque mi historial de lesiones es largo y los equipos no estaban muy receptivos a ficharme. La gente conocía mi fútbol, pero no sabía el nivel al que estaba, por lo que era complicado para mí. Hasta ahora no tuve ningún problema. Tenemos un buen cuerpo técnico que me gestionó bien las cargas y me encuentro bien. Estoy jugando sin problemas. 

¿Qué objetivos tienen?
El equipo es totalmente nuevo y todavía nos estamos conociendo e implementando el modelo de juego. Es un conjunto recién descendido y que aspira a volver a Primera. Es uno de los favoritos, pero no estamos consiguiendo los resultados esperados. Aun así, nos estamos conociendo todas y queda mucho. 

¿Cómo valora esta nueva Segunda División, con tantos cambios?
Yo conocía otra Segunda División y esta está siendo muy igualada. De hecho, si ves los resultados, desde el último al primero puede dar la sorpresa. Especialmente cuando viajas a campos fuera como esta semana el del Collerense. Es muy complicado puntuar, a pesar de que a priori eres superior. 
 

Y volviéndose a encontrar con conocidas de El Olivo. 
Coincidí con Clo, que había estado en Vigo con ella, y es un punto a favor para venir aquí porque tengo muy buena relación con ella. Es una amiga y me ayudó mucho. También coincidí con Carol González en la selección gallega. Además, comparto piso con ellas, por lo que estoy muy a gusto. 

¿Cómo valora el hecho de que no haya ningún equipo de Vigo?
Es una pena porque, si queremos que el fútbol femenino crezca en Galicia, el Matamá tenía una oportunidad muy buena. Incluso para el Celta también lo era, podía acercarse a la Primera, pero tendrá que quedar para otra ocasión. 

¿Cuánto se madura en estos años fuera del campo?
La lesión te ayuda a valorarlo todo mucho más, a darte cuenta de la importancia de cosas del fútbol que antes ni pensabas. Cuando estás dentro no lo ves pero, con la lesión, te das cuenta de lo que te gusta y de lo que disfrutas jugando a fútbol. Yo aprendí a ser otra futbolista, no soy la que era antes. Los años pasan y en cuatro años pierdes mucho y volver lleva su tiempo. Tras una lesión, quieres demostrar rápido lo que vales, pero te das cuenta de que eso no es así. Lleva un proceso y tienes que tener paciencia para lograrlo. 

En su caso, la paciencia fue fundamental.
En muchas ocasiones pensé en dejar el fútbol porque parecía que la rodilla me superaba y que estaba en un túnel del que no podía salir. Te preguntas si vale la pena seguir luchando y seguir sufriendo. Además, también ves cómo sufre tu familia y, de hecho, mi madre quería que lo dejase. Yo lo sufro, pero ella también conmigo.n

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