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La pandemia con toque de queda en Arabia Saudí

Edu Domínguez pasa el tiempo en la urbanización en la que vive en Ryad.
photo_camera Edu Domínguez pasa el tiempo en la urbanización en la que vive en Ryad.
El vigués Edu Domínguez pasa el encierro lejos de casa pero con "tranquilidad"
Hay profesionales de primer nivel que llevan años teniendo que trabajar en el extranjero. Es el caso del vigués Eduardo Domínguez, preparador físico, entrenador y hombre del Renacimiento en cuanto al fútbol –al menos–. Este veterano profesional ha ligado sus últimos años su destino al del técnico Luis García Plaza y, salvo un breve paso por el Villarreal la pasada temporada –entre la destitución de Javi Calleja y su retorno– ha ejercido su labor en Emiratos Árabes Unidos (julio 2015-junio 2016), China (junio 2017-noviembre 2019 en dos etapas) y, ahora, Arabia Saudí. Y con anterioridad, con Valery Karpin al frente del cuerpo técnico, en Rusia (enero 2012-marzo 2014).
"La verdad es que, en momentos así, te empiezas a plantear eso de estar lejos de casa", reconoce el aludido desde Ryad, donde pasa el confinamiento por la pandemia del coronavirus lejos de su familia pero cerca de buena parte del resto del cuerpo técnico del Al-Shabab. Todos, menos García Plaza, residen en una urbanización cerrada, lo que les permite cierta libertad.
El día 14 de marzo, rememora Eduardo, fue cuando se decretó el final de los entrenamientos. "Teníamos el día 16 la semifinal de la Arabian Cup en nuestro campo y ya no se disputó. De hecho, después de éste había otro partido de Liga el día 20 y el parón FIFA nos iba a permitir un viaje a España. Pero ya no pudo ser", narra. Ya confinados, tampoco se pudo planificar el regreso porque "tal vez podríamos salir, pero la Liga fijó como fecha de retorno el 14 de abril y a lo mejor no podríamos volver". Además, desde el pasado día 30, Arabia Saudí ha cerrado el espacio aéreo, así que cualquier posibilidad quedó descartada.
Con todo, Edu Domínguez no se queja de su situación. "Lo llevamos con tranquilidad. Podemos salir a pasear dentro de la urbanización aunque las zonas comunes que tiene (cafetería, gimnasio...) están cerradas. También podemos salir a comprar fuera pero con toque de queda, que fue primero hasta  las 6 y, después, hasta las 3", relata el preparador físico vigués. Y allí la sociedad sigue el dedillo las normas, entre otras razones porque las fuerzas del orden son estrictas: "La  multa por saltarse el toque de queda es de 10.000 riyals, unos 2.500 euros".
Visto lo visto, el técnico vigués trata de centrarse en su trabajo en el Al Shabab. Como sucede a lo largo de todo el orbe futbolístico, los jugadores están en sus casas recluidos y Edu Domínguez trata de que se mantengan todo lo activos físicamente que es posible. "Como el tema nos cogió por sorpresa, pasamos un tiempo averiguando de qué medios disponía cada futbolista en su casa. Los que son  de Ryad pasaron por el club a recoger algunas máquinas y diseñamos un plan de trabajo general. Además, preparamos seis vídeos de seis minutos cada uno para enviarles con rutinas de entrenamiento para que vayan realizándolas", expone. Sea como sea, es consciente de que la pérdida en la puesta a punto va a ser imposible de evitar: "Cualquier ejercicio que puedan desarrollar en casa no es equiparable a un entrenamiento en el campo".
En contacto permanente con su familia, mayoritariamente en Vigo y Galicia pero también en Inglaterra, Edu Domínguez vive la pandemia como una experiencia más lejos de casa. Y concienciado de un problema que comenzó a surgir el pasado noviembre en China, justo cuando él dejaba el país. "Entonces, no se oía hablar del virus", rememora el vigués.n

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