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No parar cuando el mundo para

Las sardomistas Raquel Lago, Xeila Márquez y Nerea Cruz (fila superior) y las jugadoras del Valladares Álex Pichel, Anita y Tamara (en la fila inferior) realizan ejercicios.
photo_camera Las sardomistas Raquel Lago, Xeila Márquez y Nerea Cruz (fila superior) y las jugadoras del Valladares Álex Pichel, Anita y Tamara (en la fila inferior) realizan ejercicios.
Las jugadoras de Valladares y Sárdoma mantienen su tono físico con entrenamientos pautados en sus casas
La pandemia del coronavirus ha frenado en seco todas las competiciones deportivas en España. Ni partidos ni entrenamientos. Tampoco planificación. No en base a una fecha segura para el regreso de las Ligas. Pero sí, al menos, en cuanto a un mantenimiento físico -y lúdico- de las deportistas en sus domicilios durante este confinamiento. Así lo están haciendo los dos equipos vigueses de Primera Estatal, el Sárdoma y el Valladares.
Las futbolistas de ambos equipos tienen pautados sus respectivos planes de trabajo. Aunque, si bien las del Valladares entrenan juntas vía videollamada, las del Sárdoma tienen sus propias tareas individualizadas para ellas, diseñadas por el técnico Víctor González. "Al principio costaba un poco pero ya me voy acostumbrando", destaca Raquel Lago 'Xavi', que se ha recuperado de una lesión durante el confinamiento. "Lo llevo bien. Para mí es importante mantener unas rutinas. Me ayuda a que los días se pasen un poquito más rápido. Aunque  echo mucho de menos el balón y sobre todo a mis compañeras", profundiza Xeila Márquez 'Equis', que afirma que "todo el equipo se lo está tomando muy en serio". Su compañera Nerea Cruz bromea con la situación, "un poco caótica" en ocasiones. "Que si se te mueve la alfombra, que si no hay espacio", destaca entre risas. "Pero se lleva lo mejor posible, te ayuda a pasar el tiempo y entretenerte un par de horitas", destaca. Ya en serio, la futbolista del Sárdoma, al igual que sus compañeras, echa "de menos el balón" e imagina la felicidad de volver a tocar uno.  
Las jugadoras del Valladares realizan trabajo físico muy parecido, aunque en su caso, lo hacen todas juntas mediante videollamadas múltiples. Una idea pionera de su técnico, Gabi Couñago, que varios clubes de diversas disciplinas se han animado a imitar. "Se trata de perder lo menos posible a nivel físico y aprovechar también ese tiempo juntas para pasar un rato divertido en equipo que nos ayude a desconectar de esta situación", comenta Tamara Fernández, que confiesa que al grupo le pareció "una gran idea" cuando Couñago se la propuso. "Toca llevarlo de la mejor manera y los entrenamientos son una buena solución porque, además, te permite mantener el contacto con el grupo", argumenta Ana Iglesias 'Anita', pendiente de ser operada de una rotura de cruzado. "No puedo entrenar con ellas, pero a nivel cabeza viene bien", añade. "La rutina hace que el día se pase más rápido", destaca Álex Pichel. "Es una vía de escape", añade la centrocampista albiazul, que cree que "dentro de las dificultades, salen entrenamientos bastante completos". Ante los problemas, soluciones. Así lo afrontan en Valladares y en Sárdoma. La pausa no es un apagado. n

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