Ciclocross

Las Navidades belgas de Miguel Rodríguez

Miguel Rodríguez Uxía Soto y Gonzalo Iguanzo se encuentran en tierras belgas.
photo_camera Miguel Rodríguez Uxía Soto y Gonzalo Iguanzo se encuentran en tierras belgas.
El ponteareano lidera la expedición del ciclocross gallego, con Uxía Soto y Aroa Otero

Gavere, Loenhout, Herentals… Y, esta tarde, la arena de Koksijde. El calendario de ciclocross internacional vive sus dos semanas de particular pasión en las Navidades de Bélgica. Pruebas, una tras otra, del máximo nivel, con Copas del Mundo y trofeos de primera línea en los que las leyendas Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert viven duelos reñidos de tintes épicos sobre trazados de arena y barro. “Van muy rápido. Cuando ellos están, sabes que ese día toca hacer una vuelta más”, admite el ponteareano Miguel Rodríguez, que vive un final e inicio de año especial porque se encuentra en una casa alquilada en territorio belga. No es el único, también están por allí la ponteareana Uxía Soto y la porriñesa Aroa Otero. 

“Estamos cinco corredores en una casa y, después, tres más en una caravana con Alberto del Río, el seleccionador de Galicia”, explica Miguel Rodríguez. Esta temporada optaron por esta solución con la idea de obtener buenos resultados internacionales y, también, de intentar alcanzar el Mundial, para el que hay que conseguir determinados puestos. “Como había una Copa del Mundo el 26 y hay otra el domingo 8, optamos por quedarnos aquí todos estos días. El 24 llegué. Por el medio, hay otras muchas carreras de gran nivel”, explica el louriñés. 

A sus 20 años, vive su segundo curso sub-23 y se encuentra enrolado en el Supermercados Froiz. Para sacar adelante esta aventura cuenta con el apoyo de su equipo y también, de su familia, ya que su padre ejerce de mecánico y asistente para todo. “Viajé en avión, pero él fue el que tuvo que traer la furgoneta con las bicicletas desde casa. Paró en Asturias para coger a otro compañero, que es de confianza de Julio (Pérez), que también está con nosotros. Son los que hacen de mecánicos”, explica el deportista. Gonzalo Iguanzo y Uxía Soto también están en la casa belga. Cerca, en autocaravana, completan la expedición Irene Trabazo, María Filgueiras y Aroa Otero. “Llevo años viniendo con Irene Trabazo y esta temporada nos quedamos más días porque hay muchas pruebas de ciclocross de gran nivel. Cuando tienes un poco de calidad, hay que salir fuera para poder medirte con los mejores”, explica Alberto del Río. Los viajes comenzaron como responsable del XSM marinense y, en la actualidad, como técnico federativo para dar apoyo a los mejores corredores de Galicia y España. “En categoría júnior, María Filgueiras, Uxía Soto y Aroa Otero son las mejores de España”, resume. 

Para realizar el viaje, Miguel Rodríguez explicó que “desde inicio de temporada ya hablamos con Evaristo Portela (presidente del Froiz) para hacerlo y ver en qué nos podía ayudar. Además, en Navidad es cuando teníamos más opción de tener auxiliares, como mi padre”, relató Miguel Rodríguez. Después, en las carreras, “como competimos en diferentes categorías, se pueden apañar bien en los boxes para organizar todo”. El trabajo tiene cierta sencillez porque “salvo Koksijde, que está a dos horas, el resto de carreras están cerca, a una hora de desplazamiento, como mucho. En el día vamos a la prueba, miramos el circuito, competimos y, después, volvemos a la casa, que tiene una zona pequeña en la parte trasera para lavar las bicicletas y todo. Está habiendo bastante barro aquí arriba y tenemos que mantener todo bien para evitar averías”, añadió el ciclista de Ponteareas. 

“La verdad es que nos quedó todo bastante bien", admite Miguel Rodríguez. Y, en el aspecto deportivo, añade que “la experiencia es buena por varias cosas. El punto que da que te lleven siempre al límite los belgas es algo que va a estar bien de cara al Campeonato de España. Además, a nivel mental, viene bien competir para conocer la presión que se siente y que sirve para prepararte para un Mundial”. De hecho, en algunos de los trazados, Miguel Rodríguez y sus compañeros circularon ante 15.000 personas. 

El ponteareano, además, combina las pruebas élite con las sub-23 porque, en ocasiones, compiten los hombres juntos y, en otras, se hacen carreras según la categoría. Como es habitual en él, el louriñés brilló en Baal (13º sub-23) y Gavere (42º absoluto), las citas con más barro. “Los trazados duros, de barro pesado y con zonas de correr, se me dan bien. El circuito rápido, el de Zolder, me costó, pero creo que fue porque estaba cansado del día anterior, de correr en Gavere con la bici", añadió Miguel Rodríguez.

De hecho, el de Ponteareas tuvo problemas de espalda en el mes de noviembre porque “venía de la Vuelta a Hispania en carretera, subí a la bicicleta de ciclocross y me dio problemas. Igual fue un cambio rápido y me pasó factura. Poco a poco, me fui encontrando mejor y sí que estoy bien con la bicicleta ahora. La espalda, salvo en casos puntuales, no me está dando problemas. Sí que hubo un par de semanas ahí, que fueron un poco raras para entrenar”, comenta el deportista.

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