José Manuel Hermida se sorprendió por el nivel de los lanzadores y calcula que en un mes volverán a sus marcas
José Manuel Hermida volvió esta semana a su hábitat natural, la pista de atletismo de Balaídos, en la que se encuentra rodeado de lanzadores, la gran mayoría jóvenes con proyección. Y, en el regreso, "están mucho mejor de lo que esperaba porque el parón fue grande cuando ya estábamos a punto de comenzar la temporada".
Un estado que puede considerarse especialmente sorprendente porque el técnico de la conocida como 'factoría Hermida' entrena a lanzadores de peso, disco y, sobre todo, su especialidad amada, el martillo. "Y, claro, puedes entrenar algo fuera y fuimos a Castrelos, pero son disciplinas muy técnicas, que no se pueden ensayar en casa. Tiene que ser en un espacio habilitado para ello. Un corredor aún puede usar la calle o un parque, nosotros no", explica.
Debido a ello, el entrenador organizó su grupo para acudir desde el primer día a la instalación de Balaídos. Dispone de diez a doce atletas entre las 19:00 y las 20:30 horas. Es "un grupo reducido que permite gestionar bien todos los protocolos sanitarios". Y así, los lanzadores volvieron a tocar sus artefactos para hacerlos volar, aunque todavía no demasiado lejos. "Técnicamente, también los vi bien. Como están en aprendizaje y son jóvenes, tienen el movimiento asimilado. Sí que les falta ese ritmo de lanzamiento, pero es algo normal porque hay que acostumbrar al cuerpo, a las rodillas y la musculatura. Para los tres días que estuvimos, bastante bien, yo contaba con encontrarlos peor", amplía Hermida.
Ahora llegarán semanas de mejorar poco a poco, ya que "todavía no podemos usar los espacios comunes como el gimnasio para trabajar la fuerza. Pero no es lo importante ahora, lo relevante es volver a adquirir el ritmo de los lanzamientos". Algo que calcula que será más rápido de lo previsto, pero que llevará su proceso: "Al inicio se encuentran raros porque es mucho tiempo sin lanzar. Ahora tienen que regresar poco a poco a la técnica y acostumbrar el cuerpo. No es llegar el primer día y lanzar todo lo fuerte que se pueda. Hay que adaptar el cuerpo porque son más de dos meses sin hacer ese tipo de esfuerzo".
Un proceso que puede resultar lento, pero que Hermida asegura que se cubrirá rápido. Lo expresa tras observar a sus pupilos los primeros tres días y observar una buena condición física. "Perdieron algo de condición física, pero es normal. En poco tiempo ya estarán en su nivel habitual. En un mes o mes y poco, ya regresarán a sus marcas", vaticina.
Una buena noticia, pero también con un punto de calma porque la temporada está parada y, en el mejor de los casos, regresará en septiembre u octubre. "La idea que hay es que puedan celebrarse los Campeonatos de España de categorías inferiores en septiembre u octubre. Se puede alargar a esas fechas y es una motivación para ellos. Si ahora vuelves a entrenar, pero no hay ninguna competición, se pierde el atractivo. ¿Quién aguanta hasta el año que viene? Son muchos meses. Ya con este parón perderemos a algunos", explica.
Como entrenador de paciencia y de experiencia, entiende que los jovénes, especialmente los de categoría cadete y juvenil, precisan "la competición para motivarse y desde marzo no hay ninguna". Por ello espera que puedan organizarse antes de terminar el año para que esos deportistas que ahora regresaron "con muchas ganas", no pierdan la motivación por lanzar.
El técnico se vio obligado a alejarse una semana de su lugar de trabajo, de las pistas de Balaídos en la que pule lanzadores, pero también estuvo totalmente preparado para la vuelta. Cuando pudo, ya se llevó a sus lanzadores a realizar "cuestas" a Castrelos y, desde el primer día de apertura, a los círculos de lanzamientos. La 'factoría Hermida' no para.n
Un estado que puede considerarse especialmente sorprendente porque el técnico de la conocida como 'factoría Hermida' entrena a lanzadores de peso, disco y, sobre todo, su especialidad amada, el martillo. "Y, claro, puedes entrenar algo fuera y fuimos a Castrelos, pero son disciplinas muy técnicas, que no se pueden ensayar en casa. Tiene que ser en un espacio habilitado para ello. Un corredor aún puede usar la calle o un parque, nosotros no", explica.
Debido a ello, el entrenador organizó su grupo para acudir desde el primer día a la instalación de Balaídos. Dispone de diez a doce atletas entre las 19:00 y las 20:30 horas. Es "un grupo reducido que permite gestionar bien todos los protocolos sanitarios". Y así, los lanzadores volvieron a tocar sus artefactos para hacerlos volar, aunque todavía no demasiado lejos. "Técnicamente, también los vi bien. Como están en aprendizaje y son jóvenes, tienen el movimiento asimilado. Sí que les falta ese ritmo de lanzamiento, pero es algo normal porque hay que acostumbrar al cuerpo, a las rodillas y la musculatura. Para los tres días que estuvimos, bastante bien, yo contaba con encontrarlos peor", amplía Hermida.
Ahora llegarán semanas de mejorar poco a poco, ya que "todavía no podemos usar los espacios comunes como el gimnasio para trabajar la fuerza. Pero no es lo importante ahora, lo relevante es volver a adquirir el ritmo de los lanzamientos". Algo que calcula que será más rápido de lo previsto, pero que llevará su proceso: "Al inicio se encuentran raros porque es mucho tiempo sin lanzar. Ahora tienen que regresar poco a poco a la técnica y acostumbrar el cuerpo. No es llegar el primer día y lanzar todo lo fuerte que se pueda. Hay que adaptar el cuerpo porque son más de dos meses sin hacer ese tipo de esfuerzo".
Un proceso que puede resultar lento, pero que Hermida asegura que se cubrirá rápido. Lo expresa tras observar a sus pupilos los primeros tres días y observar una buena condición física. "Perdieron algo de condición física, pero es normal. En poco tiempo ya estarán en su nivel habitual. En un mes o mes y poco, ya regresarán a sus marcas", vaticina.
Una buena noticia, pero también con un punto de calma porque la temporada está parada y, en el mejor de los casos, regresará en septiembre u octubre. "La idea que hay es que puedan celebrarse los Campeonatos de España de categorías inferiores en septiembre u octubre. Se puede alargar a esas fechas y es una motivación para ellos. Si ahora vuelves a entrenar, pero no hay ninguna competición, se pierde el atractivo. ¿Quién aguanta hasta el año que viene? Son muchos meses. Ya con este parón perderemos a algunos", explica.
Como entrenador de paciencia y de experiencia, entiende que los jovénes, especialmente los de categoría cadete y juvenil, precisan "la competición para motivarse y desde marzo no hay ninguna". Por ello espera que puedan organizarse antes de terminar el año para que esos deportistas que ahora regresaron "con muchas ganas", no pierdan la motivación por lanzar.
El técnico se vio obligado a alejarse una semana de su lugar de trabajo, de las pistas de Balaídos en la que pule lanzadores, pero también estuvo totalmente preparado para la vuelta. Cuando pudo, ya se llevó a sus lanzadores a realizar "cuestas" a Castrelos y, desde el primer día de apertura, a los círculos de lanzamientos. La 'factoría Hermida' no para.n
