La suerte hay que buscarla y ayer el Conservas Orbe Rubensa Porriño cometió demasiados errores como para encontrarla. También es cierto que la persiguió, pero hay elementos que limitan y la historia también tiene cierto peso. Desde 2018, temporada en la que llegó a semifinales, el conjunto louriñés no disputa la fase final de la Copa de la Reina y 2023 no será el año de romper la racha. Una particular maldición deportiva que ya alcanza el lustro.
El conjunto de Isma Martínez firma una gran campaña, transita por la tercera posición en liga y, quizás por eso, las jugadoras sabían que el torneo de las eliminatorias era una excelente oportunidad para brillar. Lo acreditan victorias de nivel contra Rocasa o Málaga y, quizás por eso, se pudieron notar los nervios ayer en el Municipal porriñés. El comienzo de encuentro resultó malo, con más fallos de los habituales en la circulación y en los lanzamientos, especialmente en los cercanos, de seis metros ante Nicole Morales. La cancerbera del Elche, poco a poco, se creció y tiene contrastada calidad para hacerlo.
El equipo ilicitano atraviesa un buen momento de juego y llegó concienciado de que la tarde sería dura. Se aplicó en defensa y al intermedio llegó con ventaja clara (8-12).
Tenía mucho trabajo por delante el equipo de Isma Martínez y, poco a poco, comenzó a hacerlo. Recortó gol a gol en una tarde de poco acierto. A pesar de ello, llegó la primera igualada (16-16) cuando las porriñesas aprovecharon una doble inferioridad visitante. En la contención, el equipo ilicitano no regateó ningún agarrón a tiempo o a destiempo.
Ahí, era el momento del partido para las locales. Debían aprovechar la dinámica y resultó lo contrario. Encajaron tres tantos seguidos para un 16-19 que, con el tiempo, sería definitivo porque la siguiente igualada ya sería a falta de cinco minutos (19-19). Y, además, ahí tampoco estuvo fino el Conservas Orbe Rubensa Porriño. En una sesión de errores, de un fallo tras otro, erraron un siete metros de nuevo en los minutos calientes. Se dejaron tres en un duelo tan cerrado y eso es clave. El equipo local mostró pelea y fe, pero careció de acierto.
