Para cualquier equipo ir a jugar en el estadio del líder de su competición debería ser su mayor reto. Para cualquiera, tal vez, pero no para el Celta, según se deduce del rendimiento dado hasta la fecha por el conjunto celeste con los equipos que pelean por Europa y el mostrado con los que están en la mitad inferior de la clasificación. Contra toda lógica, al equipo vigués se le da mejor medirse a los primeros que a los últimos. Pero mucho mejor. Muchísimo.
Así, contra los conjuntos situados en las diez primeras plazas ligueras actualmente, el bloque celeste ha sumado 15 puntos. Contra el resto, sólo 5. Sólo hay otros dos equipos que padezcan esta rareza en Primera División, pero en ambos casos de forma mucho más comedida: el Eibar –con 13 contra la mitad superior y 11 contra la inferior– y el Mallorca –con 10 y 8, respectivamente–. Es decir, una diferencia circunstancial y nada que ver con la marcada tendencia celeste.
Esta acusada dualidad da como resultado unas clasificaciones parciales más que curiosas. Porque teniendo en cuenta sólo los partidos disputados contra la mitad superior en Primera, el Celta estaría en puesto de Liga de Campeones. Sus 15 puntos sólo son superados por los 17 del Valencia y por los 23 que suman a la limón Real Madrid y Barcelona. En cambio, en una supuesta Liga únicamente con los encuentros ante rivales de la mitad inferior, el conjunto vigués sería colista destacado con esos 5 puntos. Cerca sólo estaría el Mallorca con 8.
Obviamente, el Celta es el equipo que mayor distancia tiene entre sus puestos en ambas clasificaciones, nada menos que 16. La otra cara en esta dualidad la representa el Granada, aunque no de forma tan acusada. El equipo del vigués Diego Martínez es penúltimo ante los grandes (5 puntos) pero es séptimo contra sus iguales (25). Y eso lo salva.n
