La base del Celta Zorka recibe el alta ocho meses después de sufrir una lesión en la rodilla
Ainhoa Lacorzana vuelve a sonreír. La base del Celta Zorka Recalvi recibió el pasado martes el alta médica después de ocho largos meses de rehabilitación por una grave lesión en la rodilla izquierda y el próximo lunes estará con el resto de sus compañeras para empezar la pretemporada sin limitaciones físicas.
La jugadora andaluza se lesionó el 4 de diciembre de 2018 en el partido que enfrentó al equipo celeste con el Adba en Avilés y unos días después, fue operada por el médico del Celta, Juan José García Cota, de una rotura completa del ligamento cruzado de la rodilla.
Aquel día inició una travesía por el desierto de la que afirma que "físicamente, para mí lo más duro es la operación, pero mentalmente, lo peor es estar tanto tiempo al margen del equipo. Estás acostumbrada a una dinámica de grupo y te plantas en una dinámica individual en la que tienes que ir tú sola al gimnasio, hacer sola los ejercicios y, aun así, estar al lado del grupo. Para mí lo más duro es ese sentimiento de soledad que te crea".
Ainhoa recuerda perfectamente cómo fue la jugada en la que se produjo la lesión que le impidió seguir ayudando al equipo. "Saqué de banda, me hicieron un bloqueo cuando iba hacia canasta y en la entrada, porque me quedé sola y me pasaron la pelota, se me fue la rodilla en el primer paso", explica la jugadora céltica, que enseguida se dio cuenta de que no era un golpe más: "Cada persona que se rompe nota algo distinto. Yo, por ejemplo, no tuve dolor. Escuché literalmente un crack, y en el momento te asustas y te pones a chillar y a gritar porque tu cuerpo sabe que algo no va bien. Y ya cuando te levantas, empiezas a correr y notas que tu rodilla no está, es la confirmación de que algo te ha pasado". Ahora, sin embargo, se siente totalmente recuperada: "No tengo ninguna limitación. Lo único será adaptarme a que mi rodilla lleva ocho meses sin entrar en pista en una dinámica normal y hay cosas en las que no me responderá, pero es cuestión de tiempo".
Lacorzana no fue la única jugadora celeste que se dañó la rodilla en una temporada en la que también cayeron Tamara Montero, Elo, Hildur y Motley. "Yo, que no creo en la suerte, creo que la suerte nos jugó una mala pasada, pero llega una nueva temporada y un nuevo inicio. No hay que pensar en lo que pasó, sino en empezar esta temporada con ganas", afirma la andaluza, que sobre el próximo curso señala que "todo el mundo espera que juguemos por el ascenso, pero nosotras preferimos ir día a día trabajando como grupo, sin marcar objetivos a largo plazo".
En cuanto a esa campaña, destaca que "la liga cambia con la entrada de Madrid en lugar de Cataluña porque Madrid siempre ha tenido equipos fuertes en la fase de ascenso. Entonces lo puedes tomar como que es un grupo más fuerte o simplemente como que es diferente. Hasta que empiece la competición, no sabremos cómo va". n
La jugadora andaluza se lesionó el 4 de diciembre de 2018 en el partido que enfrentó al equipo celeste con el Adba en Avilés y unos días después, fue operada por el médico del Celta, Juan José García Cota, de una rotura completa del ligamento cruzado de la rodilla.
Aquel día inició una travesía por el desierto de la que afirma que "físicamente, para mí lo más duro es la operación, pero mentalmente, lo peor es estar tanto tiempo al margen del equipo. Estás acostumbrada a una dinámica de grupo y te plantas en una dinámica individual en la que tienes que ir tú sola al gimnasio, hacer sola los ejercicios y, aun así, estar al lado del grupo. Para mí lo más duro es ese sentimiento de soledad que te crea".
Ainhoa recuerda perfectamente cómo fue la jugada en la que se produjo la lesión que le impidió seguir ayudando al equipo. "Saqué de banda, me hicieron un bloqueo cuando iba hacia canasta y en la entrada, porque me quedé sola y me pasaron la pelota, se me fue la rodilla en el primer paso", explica la jugadora céltica, que enseguida se dio cuenta de que no era un golpe más: "Cada persona que se rompe nota algo distinto. Yo, por ejemplo, no tuve dolor. Escuché literalmente un crack, y en el momento te asustas y te pones a chillar y a gritar porque tu cuerpo sabe que algo no va bien. Y ya cuando te levantas, empiezas a correr y notas que tu rodilla no está, es la confirmación de que algo te ha pasado". Ahora, sin embargo, se siente totalmente recuperada: "No tengo ninguna limitación. Lo único será adaptarme a que mi rodilla lleva ocho meses sin entrar en pista en una dinámica normal y hay cosas en las que no me responderá, pero es cuestión de tiempo".
Lacorzana no fue la única jugadora celeste que se dañó la rodilla en una temporada en la que también cayeron Tamara Montero, Elo, Hildur y Motley. "Yo, que no creo en la suerte, creo que la suerte nos jugó una mala pasada, pero llega una nueva temporada y un nuevo inicio. No hay que pensar en lo que pasó, sino en empezar esta temporada con ganas", afirma la andaluza, que sobre el próximo curso señala que "todo el mundo espera que juguemos por el ascenso, pero nosotras preferimos ir día a día trabajando como grupo, sin marcar objetivos a largo plazo".
En cuanto a esa campaña, destaca que "la liga cambia con la entrada de Madrid en lugar de Cataluña porque Madrid siempre ha tenido equipos fuertes en la fase de ascenso. Entonces lo puedes tomar como que es un grupo más fuerte o simplemente como que es diferente. Hasta que empiece la competición, no sabremos cómo va". n
