encerrados lejos de su país

La familia que se elige

La familia de Sempere (derecha) invitó a Carratú a pasar en su casa de Alicante los días que dure el confinamiento por la pandemia.
photo_camera La familia de Sempere (derecha) invitó a Carratú a pasar en su casa de Alicante los días que dure el confinamiento por la pandemia.
La argentina Carratú pasa el Estado de Alarma con su "hermana" y  compañera del Guardés Sempere

Marisol Carratú pone al mal tiempo buena cara y sonríe al otro lado del teléfono. "Lo estoy pasando con mi hermana de España", apunta a modo de consuelo. Un fuerte consuelo. Porque si las amigas son la familia que se elige, la portera argentina del Guardés está viviendo estos días de confinamiento por el brote de coronavirus arropada por un ambiente familiar: en casa de África Sempere, en Alicante, junto al clan de la capitana del equipo de O Baixo Miño.
Todo se precipitó el fin de semana del 14 de marzo, en el que el gobierno decretó el Estado de Alarma. Unos días antes, Carratú había acompañado a Sempere a Madrid,  donde la pivote alicantina se operó de una rotura de cruzado que se produjo en el último minuto del partido ante el Rincón Fertilidad Málaga en A Sangriña. La idea, tras esos días en la capital, era viajar a Llíria (Valencia), donde debía celebrarse el Preolímpico, en el que la Argentina de Carratú se iba a medir a España, Suecia y Senegal por un puesto en Tokio. "Me venía perfecto para pasar unos días con ella antes de incorporarme a la selección", recuerda la portera.
"Pero ese fin de semana se desató la debacle", continúa Carratú. Suspendido el torneo, decretado el Estado de Alarma y en Madrid sin carné de conducir, la situación se ponía difícil. Hasta que la familia Sempere la invitó a quedase con ellos. "Fue una bendición", reconoce la meta bonaerense. "Para nosotros es una suerte y un privilegio pasar el confinamiento con Marisol. Es una persona especial y uno de los motivos por los que estoy en A Guarda", explica la pivote ilicitana, que devuelve la consideración que de ella tiene su compañera de equipo: "Es como una hermanita para mí. Ademas de reírnos mucho y contarnos nuestras cosas, me ayuda y me apoya desde siempre".
Así, ambas pasan la cuarentena en tierras alicantinas lo mejor que pueden. Como toda la población. "Solemos ver series, tomar el sol, hacer ejercicio -dentro de mis posibilidades-, pintar... En fin, tener la mente ocupada", desvela Sempere, en la primera fase de la recuperación tras su operación de rodilla. "Estar aquí también me permite hacerle mejor el aguante (dar más apoyo) a Afri", destaca una de las tres argentinas del Mecalia. Las otras dos, Rosario Urban y Martina Mazza, están pasando el confinamiento en A Guarda, ante el cierre del espacio aéreo en su país y a la espera de saber qué pasa con la competición.
Y es que en Argentina, el gobierno también ha decretado medidas de confinamiento para su ciudadanía con el fin de contener el avance de la pandemia. "Gracias a Dios, están todos bien. Mi hermano trabajando desde casa y mi papá y mi mamá aguantando, porque a la gente que no está acostumbrada le cuesta un poco más", desvela Carratú.
"Allá no es tan fuerte el tema de los contagios todavía. Pero claro, recién empieza el otoño y tienen claro que en junio va a ser el pico. En marzo había 30 grados de media", apunta la portera que, no obstante, se muestra tranquila por los suyos: "Están tomando todas las medidas de seguridad necesarias y cuidándose".

Un oceáno de por medio
Con un oceáno de por medio -acortado gracias a internet-, el apoyo de Carratú es su familia de España. Y su 'hermana' Sempere, que encuentra en la argentina un bastón anímico fundamental en su situación. "Este confinamiento se me está haciendo más duro si cabe por la lesión. Hay veces que mi cabeza no está lo fuerte que me gustaría. Pero gracias a ella y al apoyo de mi familia, lo estoy superando poco a poco", comenta con sinceridad la ilicitana, que ya ha comenzado la rehabilitación para poder estar a tope la próxima temporada tras firmar su renovación con el Guardés junto a las otras dos capitanas del equipo: Marisol Carratú -precisamente- y Lorena Pérez.
Ya se sabe que tanto lo bueno como lo malo -en este caso, lo muy malo- es mejor pasarlo con amigos. Y con las muletas de ese apoyo mutuo transitan las capitanas del Guardés por esta pandemia, plenamente conscientes de la gravedad de la situación. "Dentro de lo malo de todo esto, estoy muy bien. No me puedo quejar", comenta agradecida la portera de Buenos Aires. "Sigues las noticias y ves que hay quien lo está pasando mucho peor. Hay que darle mucha fuerza a toda esa gente", añade Carratú con seriedad. 
Porque nadie sabe cuándo acabará esto. Ayer mismo, el presidente del Gobierno anunció que se va a prorrogar el Estado de Alarma hasta el 26 de abril. "Y unos días más", desveló Pedro Sánchez. Hasta entonces, Marisol Carratú tiene una casa y una familia en Alicante junto a su hermana. "Tenemos que esperar a que esto se solucione teniendo paciencia y acatando lo que nos digan los que saben, porque nosotras no sabemos mucho. Solo tenemos que hacer caso y nada más", concluye la guardameta internacional, secundada por Sempere. Porque en los tiempos de la cuarentena y la distancia social, es más importante que nunca contar con el apoyo diario de la familia. Y Carratú está con la suya. Porque las amigas son la familia que se elige.n

Te puede interesar