Fran Escribá se mostró satisfecho por el resultado y por la evolución del juego de su Celta
Fran Escribá era un hombre feliz ayer en la sala de prensa de Balaídos. El técnico valenciano esbozó una sonrisa durante su comparecencia tras la victoria del Celta al Girona que hablaba a las claras de una satisfacción que está por encima del propio triunfo. "Son los mejores 45 minutos desde que estoy aquí. Creo que incluso el resultado era corto para nuestros merecimientos. Y ya no solo el resultado, sino que el control de juego fue muy grande. Ganamos todos los rechaces, generamos mucho juego por fuera porque es una idea de juego que a nosotros nos gusta", comentó Escribá, que reconoció la importancia de estos tres puntos de cara a la salvación: "Queda mucho pero es cierto que ante un rival directo, el ganar, el llevarnos el golaveraje y el superarlos en puntos es un primer paso importante".
El gran control que tuvo el Celta en la primera mitad se fraguó con balón, como en los viejos tiempos, pero también en una presión tras pérdida muy ajustada que permitía a los célticos recuperar la pelota con prontitud y evitar contras del Girona. "Es cierto que ni las semanas ni el momento de temporada te permiten trabajar muchas cosas, pero una en la que insistimos es en cómo nos quedamos detrás del balón. Estuvimos bien en ese control y los centrales atentos en las vigilancias sobre Stuani y Portu. Eso nos hizo recuperar muchos balones en campo rival", reseñó.
El entrenador céltico destacó a Boufal, del que espera "más goles por su desequilibrio" y a Cabral. "Estoy satisfecho con los cuatro centrales y creo que todos van a jugar de aquí al final", espetó.
Por último, Escribá criticó levemente la tardanza del VAR en el gol del Girona y apeló a la ambición en esta semana que se completará ante Espanyol y Leganés a domicilio: "Estamos preparados".
