Llegan a un acuerdo para que el club no pida el ERTE y se mantengan "íntegros" los otros sueldos de la entidad
Pese a que el escenario global entre la Liga y la Asociación de Futbolistas Españoles no permite demasiadas algarabías, en el seno del Celta ya hay un acuerdo para que los componentes de la primera plantilla reduzcan sus salarios para acomodar la situación de la entidad a la pandemia por el coronavirus Covid-19, que mantiene paralizada la competición desde hace un mes. Eso sí, sobre la mesa siempre ha estado del lado de los futbolistas la condición de que el recorte que ellos asumen evite la solicitud por parte de la entidad de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y de que el resto del personal mantenga "íntegramente" sus salarios mientras dure esta estado excepcional.
Cuando el Celta tuvo que descartar la posibilidad de un acuerdo global que afectase a todos los clubs, enseguida inició los contactos con su plantilla de jugadores para negociar el recorte de sus emolumentos. Desde el primer momento, los futbolistas asumieron la necesidad de afrontar tales pérdidas económicas, pero siempre y cuando éstas sirviesen para que el resto del personal de la entidad, con salarios evidentemente muchísimo más modestos, no notase en sus nóminas la crisis de ingresos a la que está haciendo frente el club.
El acuerdo ya existe y está sólo a la espera de que el Celta determine cuándo y cómo hacerlo público. En él se recogen todas las posibilidades de aquí a final de temporada, con porcentajes diferentes si se logra retomar la competición o si no es posible hacerlo. Las infranqueables barreras que se están encontrando Liga y AFE en este punto han sido salvadas en el seno de la entidad celeste. Así, el club puede mantener su actividad a la espera de concretar en qué medida afecta la pandemia a su cuenta de resultados, deportivos y económicos.n
Cuando el Celta tuvo que descartar la posibilidad de un acuerdo global que afectase a todos los clubs, enseguida inició los contactos con su plantilla de jugadores para negociar el recorte de sus emolumentos. Desde el primer momento, los futbolistas asumieron la necesidad de afrontar tales pérdidas económicas, pero siempre y cuando éstas sirviesen para que el resto del personal de la entidad, con salarios evidentemente muchísimo más modestos, no notase en sus nóminas la crisis de ingresos a la que está haciendo frente el club.
El acuerdo ya existe y está sólo a la espera de que el Celta determine cuándo y cómo hacerlo público. En él se recogen todas las posibilidades de aquí a final de temporada, con porcentajes diferentes si se logra retomar la competición o si no es posible hacerlo. Las infranqueables barreras que se están encontrando Liga y AFE en este punto han sido salvadas en el seno de la entidad celeste. Así, el club puede mantener su actividad a la espera de concretar en qué medida afecta la pandemia a su cuenta de resultados, deportivos y económicos.n
