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Itziar Germán, sin barreras

Itziar Germán con el Celta 2019/20.
photo_camera Itziar Germán con el Celta 2019/20.
La jugadora del Celta Zorka Recalvi alcanza los 400 partidos oficiales con el ascenso como principal objetivo
Itziar Germán (Valencia, 1986)  alcanzó el pasado día 9 en el pabellón de Navia los 400 partidos en competiciones de la Federación Española de Baloncesto, 194 de ellos en la máxima categoría y los últimos 64 en las filas del Celta Zorka Recalvi. Más de 3.100 puntos anotados y unos 1.500 rebotes atrapados en esos más de diez mil minutos sobre la pista dan una idea de la longeva carrera de la alero/ala-pívot celeste, que se inició en la cantera de aquel poderoso Ros Casares y ha pasado tres veces por Galicia (Ensino Lugo, Pío XII compostelano y Celta), con una larga estancia de siete temporadas en el Conquero de Huelva. "Mi primer contacto con el baloncesto y mi primer recuerdo es del Colegio La Salle. Me apuntó mi hermano mayor, que era el que se encargaba un poco de mí porque éramos siete", indica Germán, que asegura que ha podido llegar a los cuatrocientos partidos oficiales "sin pensarlo, sin planteármelo. Ves que pasa el tiempo y que sigues enganchada a este deporte, que te sigue gustando, que sigues disfrutando y que es algo sin lo que no puedes vivir. Casi como una droga".
La jugadora valenciana afirma que lo que le gusta del baloncesto es "los valores que te aporta, sobre todo el compañerismo. Nunca estás sola porque hay un equipo y tanto para lo bueno como para lo malo siempre tienes a alguien al lado, alguien que sabes que te va a ayudar o que tú puedes ayudar".
A lo largo de estas dieciséis temporadas, Itziar Germán ha ido coleccionado títulos, como la Copa de la Reina de 2016 con el Conquero, y recuerdos: "Destacaría las victorias, los campeonatos, los ascensos a la Liga Femenina o las Copas, pero algo que me quedó muy marcado fue en mi segundo año en Lugo, que nos jugamos la permanencia en la última jornada y conseguimos mantener la categoría. Y estas dos últimas temporadas en el Celta han sido lo mejor. Es un grupo familiar, muy luchador, y aunque nos quedamos a las puertas del ascenso dos años seguidos, todo ha valido la pena".
También ha habido malos momentos, aunque para la valenciana el peor "no es una derrota, porque al final todas tienen algo positivo, pero tener que irme antes de tiempo de Huelva es lo peor que vivido en el baloncesto. Soy una persona que no deja las cosas a la mitad, pero las circunstancias fueron así y es una espinita que tengo clavada. Hubo problemas económicos y personales dentro del club que no se solucionaron bien y no pude terminar la temporada en un equipo en el que estuve siete años y que ha sido importante en mi vida".
De todas las jugadoras con las que ha compartido pista, la céltica se queda con dos. "Me encantaba el carácter de Amaya Valdemoro y la elegancia de Elena Tornikidou", indica Itziar, que de todos sus entrenadores se queda con la actual, Cristina Cantero: "Tener una entrenadora que ha sido jugadora, que te entiende a la perfección, que comparte contigo los momentos que puedas estar pasando, buenos, malos o regulares, es lo mejor que me puede ocurrir ahora mismo".
Desde sus comienzos en el deporte de la canasta hasta ahora, el baloncesto femenino ha experimentado grandes cambios, de los que la alero celeste ha sido testigo de excepción. "La estructura de los equipos es distinta. Antes había un cinco predominante, muy interior y que jugaba mucho de espaldas. Ahora se intenta que todo el mundo pueda jugar de cara y es mucho más abierto y rápido. Pero la esencia sigue siendo la misma y me sigue enamorando partido a partido", señala la jugadora, que reconoce que existe un deseo no cumplido en su carrera: "El ascenso con el Celta. Es mi mayor deseo y el principal objetivo mío y del club, que al final somos todos uno".
Germán cumple su tercera temporada consecutiva en el Celta Zorka Recalvi, club del que resalta "las personas que lo conforman. Al final es lo que hace que te quieras quedar, que quieras seguir siendo parte de este equipo, porque te transmiten muchos valores y es un placer trabajar con ellos. Sabes que nunca van a dejar de ayudarte, de intentar hacerte mejor".
Después de dos campañas en las que alcanzó el 'play-off' con holgura y como líder de su grupo, el equipo vigués está teniendo más problemas este curso y, por primera vez desde que llegó Itziar, se encuentra fuera de los puestos de fase de ascenso tras encajar dos derrotas seguidas. "Somos el rival a batir y todos nos quieren ganar. Es algo normal, pero como deportista, siempre me ha gustado enfrentarme a los mejores. Si eso implica que se nos van a poner un poco más complicadas las cosas para llegar a la fase de ascenso, bienvenido sea porque tendremos que sacar nuestra mejor versión y eso hará que seamos mejores".
Tras superar la barrera los 400, Germán no descarta llegar a los quinientos partidos oficiales. "Eso significaría que tengo buena salud, que las lesiones me han respetado y que sigo teniendo la misma ilusión que el primer día. Ojalá los quinientos lleguen, pero tengo 33 años y la juventud viene dando mucha guerra, así que no sé", apunta la jugadora, que aún no ha decidido qué hará cuando deje el baloncesto: "No tengo ni idea, pero creo que algo relacionado con el deporte no va a ser porque me gustaría vivir otras experiencias. Pero miedo no tengo y lo que venga, con una sonrisa lo espero". n

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