ascenso a segunda b

El impulso de un dulce regusto

Sonrisas, convicción  y toneladas de ilusión en el autobús del Alondras
photo_camera Sonrisas, convicción  y toneladas de ilusión en el autobús del Alondras

El Alondras busca la remontada en Portugalete (11:30) guiado por el haz de luz que dejó el gol de Yelco en la ida

 

El fútbol es un estado de ánimo. Es así. Cualquier eliminatoria que se tenga que resolver fuera de casa, con un 1-2 en contra en la ida, parece una montaña inabarcable.

Pero este juego son momentos. Y el 1-2 que el Alondras encajó ante el Portugalete en O Morrazo hace siete días no es un 1-2 cualquiera. El tanto de Yelco en el minuto 95 evitó un resultado casi inaccesible y, sobre todo, un desplome devastador del estado de ánimo. Con ese haz de luz marcando el camino se marchó ayer el cuadro cangués hacia Euskadi. Hoy, en La Florida (11:30) tratará de transformarlo en una soleada tarde de verano que cristalice en remontada y clasificación para la ronda definitiva por el ascenso a Segunda B.
Para lograrlo, Antonio Fernández se ha llevado a toda la plantilla a Vizcaya. Y con todos sus futbolistas disponibles. Iván Pérez está completamente recuperado y tiene opciones de regresar al once para buscar un control de juego del que adoleció el Alondras en la ida. "Queremos tener más presencia en ataque y jugar mucho por fuera para posibilitar superioridades en banda", explica el técnico ourensano, que tiene que claro que 90 minutos son muy largos y que no hay que buscar el segundo gol antes que el primero. "No vamos a hacer un partido alocado desde el minuto uno. Vamos a tener oportunidades para pasar la eliminatoria y queremos un partido en el que seamos mejores", añadió.
 "No es lo mismo el 0-2 con el que se iban que este 1-2", explicó Antonio. "Un gol se puede hacer en cualquier momento y así les entrará la duda. Es lo que buscamos, porque aunque ellos metan,. nos sigue valiendo hacer dos goles para ir a la prórroga", añadió el entrenador del conjunto rojiblanco, que se muestra ilusionado por el efecto contagio de sus jugadores.
Y es que esa es el arma principal del Alondras para levantar la eliminatoria. La ilusión. La experiencia del Langreo el año pasado es un grado y si en aquella ocasión los rojiblancos fueron capaces de llevar a la prórroga el envite tras el 0-3 de la ida, en esta ocasión no es tan alto el muro y sí lo es la esperanza del cuadro morracense. "Veo muy bien a los chicos, entrenaron muy bien. Preparamos el partido lo mejor que pudimos y analizamos qué debilidades tuvieron ellos en la ida", anunció Fernández. 
Y con la motivación que da ese gol postrero y el no tener nada que perder saltará hoy al campo el Alondras. A la vuelta traerá alegría o traerá tristeza. Lo que seguro que regresará en su maleta es el orgullo de haberlo intentado.

Sonrisas, convicción  y toneladas de ilusión en el autobús del Alondras

La alegría se dejaba sentir ayer a las 9:00 de la mañana. Pese al madrugón, la expedición del Alondras mostraba su mejor cara antes de salir hacia Euskadi. Un viaje largo, pero llevadero gracias al buen ambiente reinante en el grupo. El autobús de la escuadra morracense se detuvo en Gijón para reponer fuerzas. Desde allí, directa a Bilbao, donde hizo noche. Hoy, otras siete horas de vuelta. Todos esperan hacerla con las mismas sonrisas.
 

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