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Un 'hispano' forjado en el pabellón de Coia

Rodríguez posa sonriente sobre la arena de la playa de Samil con su camiseta del Atlético Valladolid.
photo_camera Rodríguez posa sonriente sobre la arena de la playa de Samil con su camiseta del Atlético Valladolid.
El vigués Víctor Rodríguez se estrena en una lista de la selección española de balonmano

Cuando Víctor Rodríguez tenía seis años, apenas levantaba unos palmos del suelo y daba los primeros sorbos al balonmano de la mano del Seis do Nadal no imaginaba que aquel juego al que llegó de rebote y gracias a un amigo le llevaría a vivir de él a otra ciudad. Ni mucho menos, a vestir la camiseta de la selección española. Ahora, con 193 centímetros y 20 años más, el vigués es jugador de Asobal con el Atlético Valladolid y ha sido internacional júnior y campeón de Europa de balonmano playa. La semana pasada, además, dio un paso más en el camino que comenzó en el pabellón de Coia. El olívico ha sido convocado por primera vez por la selección absoluta, para disputar el Cuatro Naciones en San Juan (Argentina), un torneo amistoso en el que España jugará contra Polonia, Rusia y el equipo anfitrión del 23 al 25 de octubre. Lo hace en el marco de una selección B, ya que el teórico equipo A jugará en Dinamarca la Golden League del 24 al 26 del mismo mes. "Fue una sorpresa, no me lo esperaba", comenta Víctor, que se muestra feliz "por poder vivir esta experiencia".
Todos los caminos están llenos de primeros pasos. Rodríguez espera que este como internacional absoluto sea el comienzo de algo más grande. "Quiero aprovechar la oportunidad para que no sea la última", destaca el vigués, que no se pone límites como potencial 'hispano'.

Un premio que llega después de una explosión definitiva en Valladolid -donde inicia su cuarta temporada- tras la formación en el Seis do Nadal y el fogueo en el Teucro. "A pesar de que no tenga mar, que para mí es fundamental, estoy muy cómodo tanto a nivel balonmanístico como en el día a día", revela Víctor, que este mismo verano ha renovado su contrato por dos años más. "Un pucelano más", bromea.
Víctor confiesa que esta internacionalidad le llega en un gran momento de juego, tras evolucionar de ser un especialista defensivo en Pontevedra a un jugador más completo. "He ido mejorando año a año", destaca sin ocultar que "aún hay cosas que pulir". Estos años en Valladolid ha seguido sumando en defensa pero, además, ha elevado su nivel en ataque, con aportaciones de nivel desde la primera línea. Sin ir más lejos, en la victoria de su equipo en Benidorm el pasado sábado, anotó cuatro goles.
Pero todos estos logros han tenido que llegar lejos de una tierra, su tierra, que sigue respirando balonmano a pesar del desplome de nivel de la última década. "Es una pena que no haya inversiones ni patrocinadores porque a la gente le sigue gustando mucho", lamenta el vigués, triste por la extrema situación del Octavio, abocado a la desaparición tras no inscribir ningún equipo en competición oficial para esta temporada. "Es una lástima", suspira,antes de mirar al futuro para desearle lo mejor al recién nacido Reconquista: "Ojalá en un futuro pueda haber más clubes en Asobal". Ojalá. Para que los internacionales del futuro no se tengan que forjar lejos de casa.n

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