IRENE VILABOA. Entrenadora viguesa del Teucro

"He vivido machismo pero no me desvía del camino"

La entrenadora viguesa, en un partido del Bueu, su ya exequipo.
photo_camera La entrenadora viguesa, en un partido del Bueu, su ya exequipo.

Habrá un día -ojalá no muy lejano- en el que sea tan normal ver a mujeres entrenando a equipos masculinos como lo es hoy ver a hombres dirigiendo a conjuntos femeninos. Y, como cualquier camino, este también empieza con un primer paso. Lo ha dado la viguesa Irene Vilaboa, que ha roto un techo de cristal para convertirse en la primera mujer que entrena a una formación de élite compuesta por hombres en España al firmar con el Teucro de Pontevedra, actualmente en Plata. Una pionera.

¿Cómo se siente en estas primeras horas al frente de un histórico?
Ilusionada y con ganas de empezar este nuevo proyecto. Hablamos de un club con 75 años de historia. 

Aunque en los últimos años no pasa por su mejor momento.
Por eso es importante ser capaces de reciclarnos y de resurgir. Mi idea es ir a por la permanencia con una plantilla lo más compensada posible.

Compartirá ciudad con el Cisne de Asobal, con un vigués de adopción como Jabato al frente. 
Ha hecho un muy buen trabajo. Tengo muy buena relación con él y su trayectoria es ascendente, con gente de aquí y mucho trabajo. No creo en estas rivalidades. Si hubiera más colaboración entre clubes cercanos, nos iría mejor a todos. 

Como exentrenadora del Porriño, ¿cómo valora su salvación ayudada por el parón?
Es que no es fácil estar continuamente en la máxima categoría. Aun trabajando bien, esto es deporte. Fue una temporada complicada, pero la salvación de todos los equipos le ha beneficiado. Es un club que sabe lo que quiere y a pesar de las dificultades va a seguir durante muchos años ahí.

También dirigió al Guardés. ¿Temió por su desaparición?
Es un club al que quiero. Lo ascendí a Primera Nacional y jugamos fase de ascenso a División de Honor. No es fácil apostar por el deporte  de máximo nivel porque las ayudas no siempre son suficientes.  
El maldito parné.
La mayoría de los problemas vienen porque el equilibrio entre lo deportivo y lo económico no se corresponde. En España se entrena muy bien y se consiguen muchas cosas en lo deportivo y lo monetario no encaja. El Guardés ha llegado a lo máximo en lo deportivo pero no se ha visto correspondido en lo económico. Pero me alegro mucho de que siga adelante y nos dé tantas alegrías.
De alegrías a tristezas: ¿cuántas veces ha padecido machismo?.
La verdad es que muchas. Siempre, a lo largo de mi vida, me he marcado objetivos y he sido consciente de las dificultades que entrañan. Pero es muy raro que haya cosas que me frenen en lo que quiero hacer.

El desprecio es no dar aprecio.
Situaciones de machismo he vivido muchas. Que me hayan desviado de mi camino, ninguna. 
 

¿Recuerda alguna?
En los clubes en los que he estado me he llevado genial con el 95% de la gente. Pero en competición te encuentras al típico que se va jodido porque le gane una mujer. Primero piensas que es de broma, pero luego resulta que no. También me encontré con un medio que me pedía una foto con mis jugadores en Bueu con el torso desnudo. He sentido machismo, también por parte de mujeres. Es como que tiramos piedras sobre nuestro propio tejado. Pero insisto en que nunca me ha desviado de mis objetivos.

Carmen Prelchi (jugadora viguesa del Granollers) me dijo una vez que al balonmano no juegan hombres o mujeres: juegan personas.
Es que es así. Yo soy entrenadora de balonmano. Ni de femenino ni de masculino. La noticia no es que una mujer entrene a hombres. Debería ser ¿por qué no hay más mujeres entrenando a hombres? Yo no creo que tenga que ser protagonista de nada porque esto lo veo como una normalidad.

Así debería ser, pero por desgracia no lo es. Cuando en un futuro -ojalá  pronto- sea normal que las mujeres entrenen a hombres, se echará la vista atrás y usted saldrá como pionera. ¿Ha pensado en ello?
Yo creo que cada persona debe alcanzar sus metas. Sea mujer o sea hombre. Si eso sirve para abrir puertas, me alegro mucho. Pero no puedo ir más allá de ver normalidad. En mi día a día con mis jugadores, jamás hubo nada raro. Lo que quisiera entender es por qué no hay mujeres en la dirigencia del deporte de élite. Hay un tapón.

Un techo de cristal.
Sí, eso es.

Y a la mujer le quedan muchos más por romper. Por eso le digo que está abriendo un camino y eso la vuelve un referente en feminismo.
De algún modo me alegra porque me siento feminista. Y de primera línea. No de quedarme en casa, ver un titular de que una mujer entrena a hombres y ponerme contenta. No. Creo que defiendo el feminismo luchando por mis metas y llegando a ellas. Creo que ahí rompí las barreras. Pero no puedo decir que yo soy la noticia porque sería tirar piedras contra mi tejado. Todas podemos conseguirlo.

Te puede interesar