Balonmano

El Guardés hace historia al alcanzar la primera final europea del balonmano gallego

El equipo al completo celebró por todo lo alto la clasificación para la final tras una temporada muy complicada en su primer parte, que ha remontado el vuelo en la segunda.
photo_camera El equipo al completo celebró por todo lo alto la clasificación para la final tras una temporada muy complicada en su primer parte, que ha remontado el vuelo en la segunda.
El equipo miñoto volvió a derrotar al Elche en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Europea para meterse en la lucha por el título

Si existiera algo parecido al destino, ayer le cantó ‘Everlong’ de Foo Fighters al Guardés. “Hola, he estado esperando por ti, en la eternidad”. Es el mensaje que cabe imaginar tras diez años consecutivos compitiendo en Europa. Una década prodigiosa de éxitos, que ayer alcanzó uno más. El conjunto miñoto derrotó de nuevo al Elche en la vuelta de semifinales de la Copa Europea y selló su clasificación para la primera final continental del balonmano gallego.  

Fue en una tarde mágica en A Sangriña. Un trayecto hacia la eternidad impulsado por un pabellón lleno a reventar y culminado por un equipo que atraviesa un estado de gracia. La palabra resiliencia, tantas veces sobreutilizada por gurús de autoayuda y demás vendedores de humo, puede usarse en esta ocasión con toda pertinencia. La escuadra guardesa sufrió lo indecible en la primera mitad de la temporada. Ahora, en la segunda, lo está compensando con creces.

Todo, en un partido lleno de nervios y de tensión por haberlo vivido en directo. Sin embargo, visto en frío y sin ningún tipo de filiación, lo que subyace es que el Guardés lo tuvo controlado desde el minuto 1 al 60. Una defensa rocosa, granítica, volvió a marcar la pauta. El entramado de retaguardia de Ana Seabra funciona como un reloj. El mejor ejemplo, que el Elche se quedó en solo ocho tantos en la segunda mitad jugándose un pase a una final continental. 

En la primera, la tensión se podía cortar. Fue un intercambio de goles, de errores y de paradas. Porque tanto Carratú como Morales comenzaron muy acertadas. Pero, como un riff de guitarra de Dave Grohl, el ritmo fue aumentando. Y con él, la algarabía del público. O, quizás, a partir de esa explosión que fue ayer la grada de A Sangriña se arrebató el Guardés. Como la batería del malogrado Taylor Hawkins. Cris Cifuentes detectó dónde hacer daño y se lanzó a por su presa. Sin piedad. De sus deslizamientos por la línea surgieron goles y siete metros. En defensa también brilló, con una falta en ataque muy bien provocada. 

El equipo local llegó a ponerse tres arriba, pero el visitante no se iba a rendir. Y no lo hizo. Un arreón al final del primer acto llevó al partido con una mínima ventaja para las locales (11-10). Podía pasar de todo. Sin embargo, el Guardés solo permitió que pasase lo que quería que pasara. Y pasó.

Una segunda parte sensacional llevó al conjunto miñoto a la final. Recital defensivo, paradas de Carratú y pausa para llevar a la desesperación a su rival. En ataque, la electricidad de Pauli Fernández surgió al mismo tiempo que el cansancio de las ilicitanas. Sus penetraciones remataron la faena. De su exhalación inspiró el Guardés el último aliento hacia la final.  Será la segunda en un año para el equipo de A Guarda tras la de Copa en 2022. Será la primera de índole continental para el balonmano en Galicia. Será una nueva oportunidad para hacer historia. La eternidad está esperando. 

Mecalia Atlético Guardés (11+11):
Marisol Carratú (p.); África Sempere, Sandra Santiago (3), Nazaret Calzado (2), Giselle Menéndez, Carolina Silva, Pauli Fernández (6), Míriam Sempere (p.), Cifuentes (4), Patrícia Lima, Celia López, Amores (2), Carla Gómez, María Sancha (2), y Daniela Moreno (2). 

AtticGo Elche (10+8):
Morales (p.); Zhukova, Van Zijl  (4), Oppedal, Guilabert (1), Patri Méndez, Nuria Andreu, Pamela Rodrigues (p.), Gascó, María Flores, Benítez (2), Martínez, Wolfs, Bernabé (5), Do Nascimento (6) y Moré.

Marcador cada cinco minutos:
2-1, 4-2, 5-4, 6-5, 8-8, 11-10 (descanso); 13-12, 15-13, 15-14, 17-15, 19-16, 22-18  (final).

Árbitras:
Gianna Stella Merisi y Andrea Pepe (Italia). Excluyeron con dos minutos a las locales carla Gómez (2), Estefanía Descalzo, Cris Cifuentes y Äfrica Sempere y a las visitantes María Flores (2), Zhukova, Patricia méndez, Pipy Wolfs y Do Nascimento.

El Antalya turco, probable rival en una final a doble partido

El Guardés conocerá hoy el nombre de su rival en la última batalla por levantar la Copa Europea. O, mejor dicho, en las dos últimas. Y es que la final de esta competición se disputa a doble partido, por lo que el conjunto miñoto podrá apelar nuevamente a la magia de A Sangriña para consagrarse campeón. Con toda probabilidad, esa lucha tendrá al Antalya como rival. El conjunto turco visita hoy (16:00) al Iuventa Michalovce eslovaco para disputar el partido de vuelta de su semifinal. Las otomanas se impusieron con claridad en la ida (31-24), por lo que solo una catástofre evitará que se citen con la escuadra de Ana Seabra en la final.

Esa doble cita será el 29 de abril y el 6 de mayo. Fines de semana consecutivos. Dos encuentros para decidir un campeón que todavía no tienen orden. La EHF hará un sorteo mañana a las 14:00 para determinar quién juega como local el primer partido y quién lo hace en el segundo. Lógicamente, el deseo del Guardés es volver a decidir la eliminatoria en casa, tal y como sucedió ayer, como ocurrió en cuartos de final frente al Madeira y como aconteció en las dos primeras rodas ante H71 y VZV, que se disputaron íntegramente en O Inferno.

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