El Celta ya es un "equipo"

El grupo completo tuvo que sudar

El Celta regresó ayer a los entrenamientos con todo el grupo en las instalaciones de A Madroa.
photo_camera El Celta regresó ayer a los entrenamientos con todo el grupo en las instalaciones de A Madroa.
El Celta regresó a los entrenamientos colectivos con una exigente sesión en las instalaciones de A Madroa 

La 'nueva normalidad' comienza a verse en A Madroa. Los jugadores de Primera División marchan un paso por delante en el proceso de desescalada por la pandemia del coronavirus y después de casi tres meses, el Celta se entrenó al completo y todos juntos a las órdenes de Óscar García Junyent. Eso sí, se mantienen diversas medidas de prevención y se pudo comprobar como los integrantes del cuerpo técnico dirigían la sesión con sus correspondientes mascarillas.

Desde ayer y hasta el viernes 12 de junio, el preparador catalán dispondrá de diez días con todos sus jugadores –salvo el lesionado Sergio Álvarez– para preparar el enfrentamiento del sábado 13 de junio contra el Villarreal y también ajustar el equipo para las siguientes diez jornadas que llegarán sin paradas con enfrentamientos cada tres días hasta terminar la liga en Primera División. Por lo tanto, el cuerpo técnico deberá realizar un trabajo exhaustivo y de gran dificultad debido al escaso tiempo disponible para limar los distintos aspectos tácticos, a  lo que se añade la delicada situación deportiva de la formación celeste, ya que el Celta deberá pelear por mantener la categoría. Reiniciará la temporada con un único punto de margen sobre la zona de descenso. 

Tras conceder dos días de descanso durante el fin de semana, el técnico Óscar García programó una exigente sesión, centrada en el aspecto físico en la primera parte y en lo futbolístico en la recta final. 
Los jugadores arrancaron el entrenamiento con el preparador físico Álex Andújar, que hizo hincapié en el trabajo de fuerza utilizando pesas y balones medicinales; después los jugadores se pusieron a las órdenes de Óscar García, que incidió en el trabajo técnico-táctico. Y es que no hay tiempo que perder. Las sesiones tienen que ser intensas para preparar a los jugadores de cara al maratón de partidos durante más de un mes y, también, para evitar lesiones. Todo ello, sin olvidar el necesario trabajo táctico, que permita comportarse a un buen nivel tanto en ataque como en defensa. La permanencia para el Celta se juega en verano y bajo circunstancias especiales.

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