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El gran salto como objetivo

Desirée Vila obtuvo la mínima B para los Juegos en longitud el pasado sábado en Valencia con 3.69 metros.
photo_camera Desirée Vila obtuvo la mínima B para los Juegos en longitud el pasado sábado en Valencia con 3.69 metros.
Desirée Vila obtuvo la mínima B para los Juegos con 3.69 metros, pero busca los 4.07 de la A

Una marca de 3.69 metros en salto de longitud en el mes de octubre. Con el frío dato, es mínima B para los Juegos Paralímpicos de Tokio que se disputarán, si la pandemia lo permite, al final de verano de 2021. No obstante, el registro no es sufiente para estar en Japón y tampoco es la meta de Desirée Vila, que el pasado sábado en Valencia comenzó la temporada tras un año sin competir. "Iba sin presión y con la idea de disfrutar porque, primero por una lesión y después por el confinamiento, no competía desde 2019", expresa la atleta de Gondomar. 
La del Val Miñor tiene el camino marcado hacia la cita paralímpica "si se celebra, porque hay mucha incertidumbre". Y en él está obtener la mínima A establecida en 4.07 metros que, salvo una sorpresa en la confección de la selección española, le permitiría acudir a los Juegos. El objetivo no parece lejano porque "ya hice 3.98, me quedé cerca". No obstante, esa marca de 2019 serviría para 2020, pero no para el evento aplazado a 2021. 
"Empieza todo de cero, las marcas no me sirven porque tengo que demostrar que estoy en forma. No me vale de nada hacerlo bien la temporada anterior, tienes que volver a mostrar que estás bien. En atletismo decidieron reiniciar el proceso", relata Vila. Por todo ello, mantiene la calma ante su actuación del pasado sábado y sabe que es el inicio de un sendero que será largo y de mucho entrenamiento. "La mínima B no te asegura nada, pero ya soy de las pocas atletas que la tiene y es algo. Ahora debo seguir trabajando para alcanzar la A. Me da la seguridad de que algo tengo, ya no parto de cero", relata la gondomareña. 
Y la senda la tiene perfectamente marcada. Este fin de semana acudirá al Meeting de Hospitalet y "ya empezaremos a meter un poco de presión. Aunque, todavía estoy lejos de mis marcas, lo puedo hacer mucho mejor, ya que estoy en octubre. Hasta febrero o marzo no adquiriré una buena forma física y es ahí cuando tengo que estar en la mínima A. El plazo es hasta junio para hacerla, pero quiero tener un pico de forma ya sobre febrero para hacerla", describe Vila. 
A continuación, buscará un descanso y "en junio se está hablando de hacer el Europeo. Si lo hay, intentaré estar bien". Será el segundo pico de forma y el tercero y último llegaría "en agosto y septiembre, para los Juegos Paralímpicos".
Todo ello con la mente puesta en el salto del longitud por delante de los 100 metros. "Las dos pruebas las trabajo y las entreno porque se complementan pero mi disciplina estrella es la longitud. Es en la que tengo más opciones de hacer la marca. También quiero mejorar en los 100 metros, donde, como mucho, conseguiré la mínima B, pero lo dudo porque no es mi prueba predilecta y me centro más en la longitud". 
Salto tras salto y carrera tras carrera en la categía T63, la que corresponde a deportistas con amputaciones por encima de la rodilla, que es lo que padece Vila.

El Covid y la Residencia Blume
Desi Vila recorre su camino hacia los Juegos Paralímpicos de Tokio como una de las internas de la Residencia Blume en Madrid. Además, cubre estudios universitarios a distancia. Por lo tanto, reside en un auténtico epicentro del deporte español y, en lo referente a la pandemia del coronavirus, en una de las zona de mayor incidencia. 
"Ya ha habido varios casos de Covid y tenemos mucho cuidado de aislarnos y hacer burbujas. Por ejemplo, evitar comer con deportistas de otras disciplinas y estar siempre con la gente de atletismo por, si hay algún caso, que no te afecte. Por ejemplo, que da positivo una persona de boxeo, que no te aislen porque quedarte 15 días aislado en la habitación, te jode la temporada", describe Vila.  
De hecho, en la propia instalación se maneja un protocolo estricto. El Consejo Superior de Deportes realiza reuniones semanales y las PCR están a la orden del día. "Ya nos indicaron que tenemos que salir de la residencia lo menos posible y también evitar contactos con el exterior. Sólo el fisio, el médico y así. A esto se añade que nos piden una PCR cada vez que dormimos fuera. No sólo la hacemos para poder ir a competir, si no que, al volver, también tenemos que hacerla para pernoctar aquí".
Vila sufre esta situación porque es mucho tiempo encerrada y horas en una habitación pequeña, pero "no queda otra. Somos unos 200 deportistas que estamos viviendo en el mismo recinto y como nos contagiemos, se lía parda". Por su parte, explica que "no hay ninguna competición prevista fuera de España y tampoco tengo la intención de salir. Una marca me sirve igual aquí que en el extranjero. Y me ahorro el viaje con todo su peligro". Sabe que será su día a día y "por lo menos, podemos entrenar, que ya están cerrando pabellones e instalaciones deportivas".n

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