Ayer, el conjunto celeste no empezó bien, pero a partir del primer gol del Real Madrid tomó el mando del encuentro y dispuso de ocasiones para igualar la contienda. Hasta que los blancos se quedaron en inferioridad numérica y, poco después, Kroos envió un misil que se coló por la escuadra de la portería de Rubén Blanco para establecer el 0-2 y dejar sentenciado el partido.
Regreso al 4-4-2
Tras la prueba realizada en el Trofeo Quinocho, contra la Lazio –un rombo en el centro del campo con Denis Suárez como enganche–, Fran Escribá regresó ayer a su 4-4-2 habitual. Lobotka y Fran Beltrán formaron el doble pivote, con Brais Méndez y Denis en las bandas, y Iago Aspas y el Toro Fernández en punta. Para el centro de la zaga, el técnico valenciano eligió a David Costas y Néstor Araujo.
Bale como novedad en el Madrid
El Real Madrid formó ayer con un once de la pasada temporada, en el que no figuraba ninguno de sus últimos fichajes debido también a la lesión de última hora de Hazard. De hecho, la única novedad en el equipo de Zidane fue la inclusión de Gareth Bale, al que el técnico francés abrió la puerta de salida hace menos de un mes y que pasó de descarte a titular. Una jugada del galés propició precisamente el primer gol del Real Madrid. El extremo blanco quebró la cintura de David Costas y envió un centro al corazón del área que Benzema tocó para alojarlo en la portería local.
El estéril dominio celeste
Tras el gol del Madrid, el Celta tomó las riendas del partido. El equipo celeste tuvo el balón, pero le faltaba el último pase, hasta que apareció Aspas a la media hora para dar una asistencia a Gabriel Fernández que el delantero uruguayo desaprovechó. La presión alta de los vigueses no ofreció resultados hasta el descuento de la primera parte, cuando Denis recuperó un balón ante Odriozola, Aspas pasó a Brais Méndez y el mosense marcó el empate, pero el VAR anuló el tanto. En la reanudación, el Celta mantuvo su dominio y Iago Aspas falló un mano a mano ante Courtois con todo a favor.
Expulsión y gol de Kroos
En plena ofensiva céltica, Estrada Fernández expulsó a Modric por una falta sobre Denis Suárez y, acto seguido, Courtois detuvo con una extraordinaria intervención un testarazo de Araujo. El empate parecía cuestión de tiempo. Hasta que apareció Kroos para sentenciar el encuentro con un disparo lejano que se coló por la escuadra de la portería de Rubén Blanco. Era el minuto 60, pero ahí se acabó el partido porque el Madrid, en inferioridad, jugó mejor que su rival.
Estrenos prometedores
Los estrenos de Pape Cheikh e Iker Losada en los minutos finales fueron la mejor noticia para el Celta.
