baloncesto en silla

"Fue una medalla inesperada, una sensación inexplicable"

Agustín Alejos aterrizó en Peinador el 22 de septiembre de 2016 con la medalla de plata paralímpica.
photo_camera Agustín Alejos aterrizó en Peinador el 22 de septiembre de 2016 con la medalla de plata paralímpica.
El vigués Agustín Alejos conquistó hace cuatro años en Río una plata histórica con España

El 17 de septiembre de 2016, ayer hizo cuatro años justos, la selección española masculina de baloncesto en silla de ruedas conseguía por primera vez en su historia una medalla en unos Juegos Paralímpicos, los de Río 2016. La derrota ante la todopoderosa Estados Unidos en la final (52-68) no pudo borrar la alegría de un equipo en el que sobresalió el vigués Agustín Alejos.
"Era mi retorno a la selección después de mi periplo por Australia y la verdad es que fue inesperado. Yo iba con la mentalidad de disfrutar de los Juegos, de pasármelo bien y de vivir la experiencia. Y conseguir una medalla fue una sensación inexplicable", recuerda el jugador del Amfiv, que destaca "el buen rollo que había en el equipo. En los viajes íbamos siempre cantando, haciendo el tonto entre comillas, y culminarlo con una medalla fue muy especial".
Alejos considera que una parte importante de aquella plata se debió precisamente a la buena relación que se estableció entre los integrantes de un equipo que, por entonces, no figuraba entre los favoritos. "Cada viaje desde la villa al pabellón en el autobús era una fiesta. Teníamos nuestras canciones, llevábamos la música a tope e íbamos cantando. Al acabar los partidos, volvíamos también con música, bailando… Había muy buen rollo", señala el deportista vigués, que opina que "los equipos no sólo son el talento y el trabajo en la pista. Si eres capaz de conseguir un grupo que se lleve bien y que lo pasen bien juntos, al final en la pista uno siempre  va a tirar más del resto y siempre va a ayudar mucho más".
Pero además de las relaciones, aquella selección demostraba su calidad sobre el parqué en cada encuentro. "Para mí, el partido más importante fue contra Australia (75-64). Era el último de la fase de grupos y teníamos que ganarlo para evitar el cruce con Estados Unidos en cuartos y dejarlo para una hipotética final. Ganamos y después vinieron los rivales europeos, primero Alemania (70-66) y Gran Bretaña en semifinales (69-63)", recuerda Alejos sobre un torneo que terminó ante la temible Estados Unidos: "Venían haciendo un torneo muy bueno, ganando fácilmente a todos sus rivales, y nosotros les plantamos cara hasta el final del tercer cuarto. Después, llegó Jake Williams, empezó a meter triples y se acabó. Al final, tienes que rendirte al talento que tienen. Aun así, estamos todos muy orgullosos del papel que hicimos, de cómo luchamos, y yo creo que si nos dicen antes de empezar la Paralimpiada que vamos a conseguir una medalla de plata, lo firmábamos directamente".
Desde entonces, Agustín Alejos ha seguido entrando en las convocatorias de España, subcampeona de Europa el año pasado y que espera volver al podio en Tokio: "Tenemos que pelear por seguir estando ahí. Por lo menos, entre los dos mejores de Europa, porque eso significará que estaremos luchando por las medallas". 

"Quiero pensar que la Liga se solucionará"

 Tanto Agustín Alejos como su esposa, Shelley Cronau, quieren seguir en el Amfiv la próxima temporada, pero el futuro del club y el de la propia Liga de División de Honor están en el aire debido a la situación generada por la pandemia de coronavirus. De hecho, el presidente del club vigués, José Antonio Beiro, pintó un panorama oscuro recientemente, pero no es el caso de Alejos, que asegura que "quiero verlo con optimismo. Quiero pensar que al final todo se va a arreglar porque no es sólo nuestro deporte, sino que hay otros muchos que están con problemas por la situación que vivimos. Entonces espero que todo se arregle de alguna manera y que podamos volver a competir. Yo sé que es un problema de orden político, de los protocolos, las diferencias entre comunidades, federaciones, clubes… Pero al final se tiene que competir porque hay mucha gente que vive de esto, como yo por ejemplo, que si la liga no va adelante no tengo de qué vivir. Tendría que irme al extranjero y no es lo ideal. Yo quiero seguir aquí, poder competir en casa, con mi mujer, y preparar aquí los Juegos de Tokio".
Aunque no tiene los detalles, el jugador internacional vigués cree que los clubes se están preparando ya para afrontar la competición en cuanto sea posible. "Es un tema del presidente, pero supongo que habrán hablado con la gente y tendrán un equipo ya medio armado y cuando sepamos que la liga va adelante, cerrará los últimos flecos con la gente. Como dije, no somos los únicos que estamos así. El resto de los clubes también están pendientes de cerrar jugadores y hasta que se confirme todo, no llegarán", apunta Alejos, que confía en que habrá temporada: "No sé si empezará en la fecha esperada, el 30 de octubre, o más tarde, pero quiero ser optimista y no caer en la negatividad". 

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