Si no puedes con el enemigo, alíate con él". No es posible saber si Jana Buba siguió esta máxima, pero con años en el ciclismo de su marido Martin y sus hijos Ricardo (campeón de España júnior) y Danny, optó por subirse también a la bicicleta y competir en la Copa Galicia de ciclocross. Esta temporada, la familia Buba ya está al completo. “Hice alguna carrera el año pasado, pero no me vi bien. Quedaba muy atrás y me doblaban. No me gustó", explica Jana. No obstante, este curso, mejoró en los entrenamientos y “voy mejor. Al menos ya tengo alguna rival con la que competir con ella”, afirma la última ciclista en llegar a la familia Buba y que figura en la categoría de máster 40. Es la misma de Martin, mientras que Ricardo es sub-23 y Danny júnior.
Instalados en Gondomar desde hace más de 15 años, forman parte del Coruxo, aunque el hijo mayor ya está en el Bicicletas Sanchís valenciano y en ruta competirá con el GSport sub-23. Los otros tres continúan en el equipo ‘verde’. “Los viajes son un poco locura. Vamos con la caravana y cinco bicicletas. Cuatro detrás y una dentro porque ya no hay más sitio”, describe Jana. Un pack de competición extenso y repartido porque “Martin y Danny, por suerte, comparten bicicleta, después lleva dos Ricardo y una es para mí. Yo voy sin cambio en el box. Una sexta ya es imposible de meterla", manifestó.
De hecho, en los fines de semana en los que duermen en la caravana, Jana admite que, “tenemos que apartar una de las bicicletas, que va en el sitio que es la cama de Danny. De noche la ponemos fuera”, relata. Una vida curiosa dentro de la competición de ciclismo para la familia Jana. La última en llegar al grupo de competición tras años como espectadora. Poco a poco mejoró porque, en gran medida, tiene un grupo de entrenamiento de mujeres en Coruxo. “Fueron ellas las que me animaban a participar porque me decían que tenía el nivel”, explica. En 2021 realizó el primer intento, pero la temporada buena fue la actual. “No me sentía bien”, reitera. Ahora sí que lo hace tras competir algo mejor en la siempre complicada disciplina del ciclocross, plagada de secciones técnicas.
Entre bromas, Jana Buba, admite que “si nos es por el ciclismo, tendría varios cruceros hechos”, y, a continuación, matiza que “gracias a esta afición, podemos seguir compartiendo buenos momentos con los hijos que ya se hacen mayores. Si no llega a ser por el deporte, ya estarían a otras cosas”. Y, de esta forma, en los meses de otoño e invierno la familia Buba comparte kilómetros en caravana antes de hacerlos con la bicicleta. Y el cuarteto se viste de corto para competir de la mejor forma posible.
