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Espiñeira cambia de camiseta y de vida

La central Anthía Espiñeira disputa esta tarde el primer partido contra su                                              exequipo, el Mecalia Guardés.
photo_camera La central Anthía Espiñeira disputa esta tarde el primer partido contra su exequipo, el Mecalia Guardés.
La central del Porriño se enfrentará por primera vez en División de Honor al Guardés (16:15, TVG2) tras formarse en el club del Baixo Miño
A inicios del pasado mes de abril, el Guardés hacía oficial una realidad, Anthía Espiñeira se encontraba al margen del equipo. Tras varias semanas sin aparecer en los partidos, se confirmaba una situación que, con la perspectiva temporal, resultó todo un cambio de vida para la central viguesa. Con sólo 17 años y tras una meteórica carrera, firmó por el club de A Guarda para jugar en División de Honor. Pronto confirmó las cualidades que apuntaba en la pista e, incluso, fue convocada con la selección española, pero llegó el momento malo. La cabeza, las circunstancias... En definitiva, la vida, le obligó a realizar un punto y aparte en su carrera deportiva.  También lo fue en su trayectoria vital. Lo detectó y "en el tema personal estoy mucho mejor. Parece que todo va hacia arriba, que es lo más importante. Y esto se traduce en la pista. Lo veo todo de otra manera, y también estoy más centrada en el balonmano", afirma la jugadora viguesa. 
Tras pensarlo, trasladó su residencia a la ciudad, cerca de la familia, y optó por recalar en el Conservas Orbe Porriño: "Estoy muy a gusto en el equipo. Las compañeras me recibieron bien y el entrenador igual, por lo que estoy contenta". Y, como lógica natural de los acontecimientos, esta tarde se enfrentará a su exequipo por primera vez en División de Honor. Un camino, hasta ahora, inexplorado y, por lo tanto, "va a ser raro para mí. Me hace ilusión porque voy a ver a compañeras, que también son amigas. También me genera incertidumbre porque hace un año estaba con ellas y ahora es lo contrario. Pero, sobre todo, lo que más me despierta es ilusión", explica Espiñeira. 
Sensaciones que no deben dejar atrás lo deportivo y la dificultar de enfrentarse a "un Guardés que siempre forma buenos equipos. Nos fuimos muchas jugadoras, pero está arriba, lo que indica su gran nivel". El conjunto del Baixo Miño es tercero. "Me conocen mucho, pero yo a ellas también. No sé lo que puede pasar, ni lo que van hacer. Es posible que preparen algo específico para mí porque buscarán afrontar el partido de forma que puedan ganarlo. Pero, nosotras también lo haremos", argumentó. 
El conjunto dirigido por Isma Martínez desde el banquillo y por la propia Espiñeira en la pista marcha en la novena posición con cinco puntos. "Estamos haciendo un gran trabajo, aunque los resultados no lo demuestran hasta el momento. Este partido lo afrontamos como uno más, pero es un derbi y tiene más emoción. Nos hacen falta los puntos. Necesitamos materializar todo los que hacemos en los encuentros, pero creo que tenemos que seguir por la línea que vamos porque el trabajo es bueno", expresa la central. 
Su cambio de equipo en verano, también conllevo una profunda modificación en su día a día porque "el Porriño es diferente. En el Guardés tienes la suerte de que te puedes dedicar al balonmano  para vivir o para sobrevivir, porque tampoco es un deporte que permite grandes cosas, pero casi todas se dedican al balonmano. En el Porriño no, mucha gente estudia, otra trabaja y lo tenemos que compaginar. En todo caso, la ilusión es muy grande". Entre ellas destaca a Andrea Dapena que "es madre, trabaja y acude a todos los entrenamientos. Tiene que dejar muchas cosas atrás para poder dedicarse al balonmano. Es algo admirable". 
En su propio caso personal, el pasado septiembre, la central indica que "este año entré en el ciclo superior de acondicionamiento físico porque quería ponerme al día con los estudios y así. Y, la verdad, es que muy bien. Fue otra de las decisiones que tomé este verano. Pensé que me iba a costar más, pero es llevadero". De esta forma, en el instituto de Teis, Anthía Espiñeira regresa a la carrera académica, mientras se mantiene en la dirección del Porriño. Cambió de equipo y de vida.n

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