El Celta consiguió anoche ante el Valencia la primera victoria de la temporada en un partido en el que primó el esfuerzo colectivo y la magia de dos jugadores como Nolito y Iago Aspas. El equipo vigués sufrió más de la cuenta al final por no materializar las claras ocasiones de las que dispuso a lo largo del encuentro.
Tres caras nuevas en el once
Óscar García Junyent alineó ante el Valencia un once similar al que se enfrentó en la primera jornada al Eibar en todas las líneas salvo en el centro del campo, donde sólo repitió Renato Tapia y Fran Beltrán y Denis Suárez relevaron a Okay y a Brais Méndez, respectivamente. En la defensa, el recién incorporado Murillo, con apenas un entrenamiento, entró directamente el equipo titular, en detrimento de Néstor Araujo. Los demás, los mismos que ante el Eibar.
Cómodo con el 4-4-2
El Celta se sintió cómodo en los primeros minutos del encuentro con un 4-4-2 en el que Emre Mor y Iago Aspas formaban la primera línea de presión. Nada más empezar, el conjunto celeste robó un balón en campo contrario y eso llevó al Valencia a desistir de salir con la pelota jugada, una ventaja que aprovecharon los vigueses para hacerse con las riendas del juego.
Veinte minutos de control
El bloque de Óscar García dominó los veinte primeros minutos de partido, en los que marcó un gol y pudo haber hecho alguno más. El único tanto llegó por una genialidad de Nolito. En el 12, el gaditano controló un balón en el centro del campo e inició un eslalon en el que fue sorteando jugadores valencianistas para después dar un medido pase a Iago Aspas, que superó al portero y marcó a puerta vacía. El VAR resolvió a favor del Celta las dudas de un posible fuera de juego.
Juego trabado
Con el paso de los minutos, el Valencia trató de buscar el empate y el Celta respondió trabando el juego con continuas faltas. Tapia vio la amarilla en el 24, pero el equipo vigués logró mantener la ventaja al llegar al descanso.
Conexión excéltica
Una conexión excéltica dio el empate al Valencia a los pocos segundos de la segunda mitad. Wass envió un balón al área sin aparente peligro y Maxi Gómez lo convirtió en un golazo con un extraordinario remate.
La magia de Aspas
Tras el gol de Maxi, el Valencia encerró al Celta en su campo en busca del segundo gol, pero el equipo vigués volvió a meterse en el partido gracias a la magia de Aspas, que transformó una falta sobre Nolito en la frontal del área en un tanto de extraordinaria belleza.
Caos final
El partido se convirtió en un caos en el tramo final, con los dos equipos muy cansados y cometiendo continuos errores. Brais Méndez y Baeza estrellaron sendos remates en los palos de la portería valencianista, antes de que ambos conjuntos reclamaran penaltis en las dos áreas. En la rueda de cambios, Óscar García dio la alternativa al canterano Gabril Veiga y, con mucho suspense, el choque terminó con la primera victoria de la temporada del equipo vigués. n
