Balonmano

La escalera del Guardés al cielo pasa por el Inferno

Las jugadoras del equipo miñoto, que lucieron la camiseta blanca con motivos celestes de la Copa, celebraron la victoria sobre la pista de A Sangriña junto a sus aficionados.
photo_camera Las jugadoras del equipo miñoto, que lucieron la camiseta blanca con motivos celestes de la Copa, celebraron la victoria sobre la pista de A Sangriña junto a sus aficionados.
El equipo de Ana Seabra dio un gran paso hacia el primer título europeo del balonmano gallego al superar al Konyaalti turco por seis goles en A Sangriña, que estuvo llena a reventar

El Guardés está a 60 minutos del cielo. Y lo está gracias al Inferno. Es la eterna dualidad del conjunto miñoto, que se hace enorme cuando juega en su casa y se vuelve inmenso cuando su hogar está a reventar. Y ayer lo estuvo. Una cita ya de por sí histórica se convirtió en la antesala de algo inolvidable para el deporte en Galicia. Una victoria sólida gracias a una defensa granítica. Seis goles de ventaja, que no son definitivos para la vuelta en Turquía, pero sí un sabroso bocado que llevarser a la boca. Todo con el fuego que arde junto al Miño haciendo volar a las locales y quemando a las foráneas.

Es lo usual. Que un ambiente infernal intimide a las forasteras. Pero también puede ocurrir que cohíba a las locales. Cuando tienes muchas ganas de devolver tanto cariño, puede volverse en contra. Y durante apenas unos compases parecía que el conjunto miñoto podía caer en esa trampa. Solo lo parecía. En cuanto se sacudieron los nervios, las jugadoras dejaron que el fuego del pabellón generase aire caliente es sus velas. Del clásico intercambio de golpes inicial se pasó a un parcial de 4-0 que provocó una erupción volcánica en A Sangriña.

Porque antes de un partido de estas características se habla mucho, se ven muchos vídeos, se imaginan muchos escenarios. Pero, al final, es la pista la que habla. Son las 14 protagonistas las que hacen los vídeos realidad. Y el único escenario es el que ellas generan. Y la función deparó que tener menos centímetros, menos kilos o una menor capacidad de lanzamiento son características. No necesariamente desventajas. El nivel defensivo del Guardés volvió a ser excelso, con Fanny Descalzo a un nivel estratosférico. La valenciana lideró una demostración de que una retaguardia proactiva y con intensidad de piernas marca diferencias.

El cuadro otomano, visiblemente sorprendido por no poder imponer su superioridad física, optó por atacar con siete. A portería vacía. Ni así. El bloque local seguía siendo granítico y facilitando la labor a una Carratú que respondió al máximo nivel. Las temibles Ikhneva y Premovic acabaron el primer acto con tan solo dos goles por cabeza. 

El equipo miñoto entró al segundo con dos exclusiones consecutivas. Se avecinaban problemas. Sin embargo, la intensidad de las piernas se redobló. Más rápidas que nunca, las locales lograron varios robos y provocaron un par de faltas en ataque que mantenían el mismo decorado. El único pero estuvo en ataque. En esa segunda parte, la ofensiva miñota se atascó. En parte porque las visitantes se ajustaron mejor sobre la versátil primera línea del Guardés y también porque su portera -la tercera en participar- estuvo a un nivel sensacional. Imamoglu es la gran culpable de que el Konyaalti mantenga la esperanza. Aun así, el equipo miñoto conservó los seis goles. La semana que viene ya se verá. Ayer, la escalera al cielo pasó por el Inferno.

Mecalia Atlético Guardés (15+8):
Carratú (p.), Míriam Sempere (p.); África Sempere, Sandra Santiago (7), Calzado, Giselle Menéndez (1), Carolina Silva, Pauli Fernández (4), Cris Cifuentes (1), Patrícia Lima (6), Descalzo, Celia López, Elena Amores (2), Carla Gómez, Sancha y Daniela Moreno (2).

Analya Konyaalti BSK (10+7):
Isabelle Ben (p.), Yagmour Bembeyaz (p), Imamoglu (p.); Türkylmaz, Gakidova (2), Akalin, Janeska, Bozdogan, Özturk, Ayedemir, Sannikova (3), Sahin, Premovic (5), Ikheva (5), Imamoglu, Cetin y Aydin (2).

Marcador cada cinco minutos:
2-2, 5-4, 8-5, 12-8, 12-9, 15-10 (descanso); 17-12, 19-13, 20-14, 21-15, 21-17, 23-17 (final)

Árbitros:
Marina Duplii y Olena Pobedrina (Ucrania). Excluyeron con dos minutos a las locales Fanny Descalzo (2), Pauli Fernández y Carolina Silva y a las visitantesGakidova, Bozdogan, Premovic, Ikhneva y Cetin.

Incidencias:
Partido de ida de la final de la Copa Europea, disputado en A Sangriña.

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