Dos hermanos vigueses reman juntos

No es tarde para la gloria

Los hermanos González Vila, Benito (con gorra) y David posan con la bandera de la Liga Galega A de 2020 y con la de Concello de Vigo obtenida en 2008 con el Náutico
photo_camera Los hermanos González Vila, Benito (con gorra) y David posan con la bandera de la Liga Galega A de 2020 y con la de Concello de Vigo obtenida en 2008 con el Náutico
Los hermanos vigueses González Vila recalaron este año en Tirán para ascender a la ACT

Años de remo en la Ría de Vigo, pero ninguno juntos en las tostas de la "Mar do Con". Los hermanos vigueses Benito y David González Vila firmaron este verano una campaña para enmarcar, una de las mejores de su larga trayectoria en el mundo del remo, y que culminó con el ascenso de Tirán Pereira a la Liga ACT. 

Todo un logro que llega en el entorno de los cuarenta años para los hermanos González Vila, que antes de los veinte entraron en el mundo del remo. Benito, el mayor, ya cumplió 41, mientras que su hermano, David, todavía transita por los 39, aunque, por cuesiones del destino, con más kilómetros en el agua. "Me lesioné en la espalda y desde 2008 estuve sin remar. No volví hasta ocho años después y, a partir de ahí, siempre con mi hermano. En Coruxo, sobre todo, que fue donde conocimos a Benji Vázquez", expresa Benito.

Así lo confirma el técnico que, como buen preparador, lleva tres años tras los pasos de los hermanos González Vila hasta que el invierno pasado los convenció para embarcarse a la "Mar do Con". "Son buenos remeros. Igual no tenían el nombre o la continuidad de otros, pero los conocía bien y sé lo que me iban a rendir", reconoce Benji. 

Por eso insistió hasta que logró incoporarlos a Tirán Pereira y tanto David como Benito se convirtiron en titulares en la banda de babor. "Entrenamos para estar dentro del barco y, si puedo remar todas, voy a pelear por hacerlas. Lo que busca un remero es eso. Yo voy a demostrar que estoy bien físicamente y, después, el entrenador es el que decide", describe David González. Su hermano Benito aclara que, además, cubren las bancadas del medio de la trainera y aportan watios al equipo, algo siempre complicado de encontrar en la Liga Galega: "Yo mido 1.82 metros y, a nivel deportivo, el confinamiento hasta me vino bien, ya que Tirán me prestó un ergómetro y entrené a dos sesiones el día porque el tema del peso lo llevé mal. Al final, logré a bajar a lo que me pedían. 1,82 y mi hermano 1.80. Eso sí, yo soy un poco más ancho y él un poco más ligero. Baja de 80 kilos fácil. Los más grandes somos nosotros dos, Miguel Méndez y Álex Campos. El resto ya son más ligeros. De hecho nos decían: qué bien que venís porque nos hace falta gente de peso". 
Ambos comenzaron en el mundo del remo antes de los veinte años, en edad juvenil, y desarrollaron casi toda su carrera en el Náutico de Vigo hasta que "aquello desapareció". Llegó la lesión de Benito y David González optó por "ir a lo que me pedía el cuerpo y las ganas año a año. Es lo que busco. No me planteo nada más allá". Y, en esos cambios de barco y de vida, pasó por Coruxo y también por Samertolameu, conjunto con el que se quedó a las puertas de la ACT en dos 'play-off'. Este año "me saqué una espina personal porque las dos veces que lo remé, nos quedamos fuera por poco. Un año por medio segundo y, el siguiente, también por un tiempo escaso", expresa el menor de los hermanos González Vila. 
En este ir y venir de ambos, en uno de los pocos años que no remaron juntos, en la campaña 2003, Benito formó parte de la trainera de Tirán que compitió en la ACT. "Por eso, era mi segunda temporada en el club, pero para David sí que era la primera. La verdad es que nos hace mucha ilusión remar juntos", explica el remero.
Dos años de separación entre ambos, una complexión similar y también ambos remeros del mismo costado. Casi deportistas gemelos, los González Vila entrenan "juntos en el gimnasio de Vigo. Nos facilita mucho porque evitamos desplazamientos y, "a pelear los dos. Si él hace esto, yo tengo que hacer lo mismo, por lo menos. Somos muy competitivos. Me obligaba a hacer lo mismo o, si podía, un poquito más que Benito", explica David. 
De esta forma, llegaron a un nivel óptimo para conquistar su primera Liga Galega y también el ascenso a la ACT en un play-off que "sabíamos que iba a estar muy igualado. En Bermeo hicimos una competición muy buena, en un campo de regatas que, con cada ola, puede desmontarse el equipo. Hay que ser muy cabezones e ir concentrados todo el tiempo", expresó David González. 
Eso sí, la continuidad de los hermanos vigueses en la "Mar do Con" se antoja complicada con el ascenso a la máxima categoría del remo, a pesar de que "es una competición muy bonita. Sólo en afición, no tiene que ver con lo que existe aquí", explica Benito. No obstante, el mayor de los hermanos ratifica que "trabajo a jornada partida y en la hostelería, con guardias el fin de semana. Todo se puede ver, pero, a priori, es muy difícil que pueda hacerlo. Este año, con el covid, incluso me vino bien a nivel deportivo porque sólo me perdí dos regatas". Por su parte, el menor de los hermanos, David, también reconoce que "ahora es momento de descansar porque el año resultó muy duro. Llevo una vida de trabajar, entrenar y para casa. Hubo al guna semana que a mi pareja sólo la vi el sábado por la tarde y todo es más difícil. El remo es como una droga, es el único vicio que tengo". 
En todo caso, el futuro de los hermanos, en Tirán o en otro barco, parece que será el mismo porque, remar juntos "es especial", aseguran ambos. Queda por conocer la siguiente ola.n

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