“Es difícil competir desde aquí, un año sale en 100.000 euros”

El joven piloto louriñés va cuarto en la general de Moto4 del Campeonato de España de Superbikes.
photo_camera El joven piloto louriñés va cuarto en la general de Moto4 del Campeonato de España de Superbikes.
El porriñés Iker Rodríguez, de 11 años, se abre paso en el motociclismo pese a las dificultades

No siempre es fácil cumplir una pasión. Más complejo todavía mantenerla. Sobre todo según cuál. Abrirse paso en el mundo del motor tiene unas exigencias económicas y vitales muy importantes. Mucho más en Galicia, donde no existe un circuito de competición. Pese a todas estas dificultades, el joven porriñés Iker Rodríguez, de tan sólo 11 años, sigue quemando etapas sobre una moto. Campeón gallego de diversas categorías y de España de Súpermoto 65, el louriñés está embarcado ahora en el Campeonato de España de Superbikes, en la categoría de Moto4, en la que marcha cuarto a un punto del podio. Una eventura imposible de entender sin el esfuerzo de su familia. “Es muy difícil hacer esto desde Galicia”, lamenta Noe Romero, su madre.

Poco a poco, Noe desvela las dificultades que supone a la familia apoyar a Iker en su prometedora e incipiente carrera. “Sus rivales entrenan todas las semanas en circuitos grandes. Nosotros, una vez al mes. A veces, ni eso. Como mínimo, tenemos que desplazarnos 700 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Y eso nos implica salir los jueves. Y si hay carrera, los martes”, expresa la madre, que lamenta la falta de patrocinadores.

Y son necesarios. Porque la inversión económica de sacar adelante la temporada no es ninguna broma. “Un año nos sale en 100.000 euros”, confiesa Romero. “Lo que es la competición son sobre 45-50.000. Luego, los viajes, el alquiler de la caravana… Cada vez que entrenamos en un circuito grande son 500 euros de ruedas", informa la madre, que lo resume en una frase simple: “Se nos va de las manos”. La falta de apoyos está resultando un problema importante. “Sacamos de aquí y allá, nos prestan, tenemos algún patrocinador pequeño que te dan 2.000 o 3.000 Pero es que cada carrera son 5.000 euros. Eso es una vez al mes y hay que llegar. Aparte, la hipoteca y la vida”, apunta Noe, que reconoce que la familia se está planteando una mudanza a una localidad que tenga un circuito a mano, como Madrid o Valencia. 

Por el momento, continúa llevando a cabo el proyecto desde Porriño. Y con éxito. Esta es la primera temporada completa que Iker puede realizar en Moto 4 -monturas 150 cc, ya de cierta envergadura-. El año pasado sólo corrió en condiciones las últimas dos pruebas, a partir de que cumplió 11 años -antes lo tenía prohibido por normativa-. Ahora, a algo más de un mes de cumplir los 12, se está fajando con los mejores. Marcha cuarto en la general, ganó una manga en Aragón y su crecimiento es imparable. “Se lo está currando mucho”, dice Noe.  El fin de semana del 11 de junio tiene la siguiente parada del calendario, la cuarta, en Estoril -aunque sea el Campeonato de España hay una prueba en el circuito luso-.  Luego, viajará a Barcelona para entrenar el el trazado que albergará la última carrera, en noviembre. Por el medio, Navarra y Jerez. “El equipo cree que puede pelear por el título”, sostiene la madre.

Este presente es un paso hacia su brillante futuro y una etapa más tras una vida -corta, eso sí- de pasión por las dos ruedas. “Creo que la primera palabra que dijo fue moto”, bromea Noe, que recuerda como empezó a pilotar no mucho más tarde de que aprendiese a caminar. “Siempre ha sido un loco de las motos. Desde que era un bebé”, expresa la madre, que mantiene la ilusión por ver progresar a su hijo, pese a las dificultades económicas, laborales, académicas y, en definitiva, vitales que esto acarrea. Un gran esfuerzo por una gran pasión. 

Te puede interesar