Asistencia multitudinaria del mundo del fútbol y la sociedad viguesa para la última despedida en el tanatorio de Pereiró

Emotivo adiós a Genaro

Raúl, Íker Casillas y Míchel Salgado, ayer por la mañana entrando en la capilla del tanatorio de Pereiro para asistir al funeral por Genaro Borrás. Foto: j.v. landín
El cementerio de Pereiró se convirtió ayer por la mañana en el epicentro futbolístico de España y en núcleo de la sociedad viguesa. Genaro Borrás logró reunir en su despedida a los principales representantes del deporte nacional, pero sobre todo a cientos de amigos, compañeros, pacientes y gente llegada desde todas las esquinas del país. Nadie faltó en la soleada mañana para dar el último adiós al médico. Dolor y buenos recuerdos acompañaron la despedida.
Un número incalculable de personas acudieron ayer al tanatorio de Pereiró para asistir al funeral e incineración del médico vigués Genaro Borrás Sanjurjo, fallecido el pasado jueves en la ciudad a los 62 años de edad víctima de una irreversible enfermedad. La jornada de duelo en el camposanto se convirtió en un doloroso adiós al que fue durante 25 años jefe de los servicios médicos del Celta y que desde 1991 también ejerció en la selección española. Las representaciones de la Federación de Fútbol y el Real Madrid fueron las más numerosas de las llegadas desde fuera, pero también desde el Deportivo de la Coruña, mientras que absolutamente todas las instituciones y sectores de la ciudad acudieron al tanatorio para arropar a la familia en el duro trance. El sol acompañó una mañana dolorosa para el mundo del fútbol y para la sociedad viguesa, que acudieron en masa a despedir a uno de sus insignes miembros. Desde primera hora del día, las instalaciones de Emorvisa se convirtieron en un hervidero de amigos y compañeros del traumatólogo. El cariño que despertaba Genaro a su alrededor quedó patente en el número de convecinos que acudieron a las honras fúnebres en su honor. La bondad y generosidad del fallecido fueron recompensados en su despedida con un aluvión de almas presentes en el funeral celebrado en la capilla del tanatorio. Sus restos mortales fueron incinerados a continuación y ya por la tarde se ofició una misa en La C o l e g i a t a (Santa María de Vigo-Concatedral) con un carácter más íntimo y familiar. La plantilla al completo del Celta se desplazó desde A Madroa nada más finalizar el entrenamiento para poder estar presente en las pompas. Encabezado por su presidente, Carlos Mouriño, el equipo vigués contó con una nutrida representación tanto actual como de tiempos pretéritos. De esta forma, hasta cuatro anteriores presidentes (Elías, Arbones, Álvarez y Núñez) acudieron a Pereiró, al igual que un número incuantificable de ex jugadores. El impresionante adiós ofrecido a Genaro Borrás quedará para siempre en la retina de todos los vigueses, que supieron responder con su presencia a la amabilidad que durante toda su vida ofreció el distinguido ciudadano.

Aragonés, Raúl, Casillas y Míchel encabezaron el ámbito deportivo
Entre los asistentes estuvieron el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y el seleccionador nacional, Luis Aragonés. Por parte del Real Madrid estuvieron presentes Raúl, Míchel Salgado, Casillas y el médico Alfonso Del Corral. Desde A Coruña llegó Lotina, del Atlético de Madrid, el vicepresidente Lázaro Albarracín, y de la Real Sociedad, Luis Uranga. El interminable listado continuaría con Edu Domínguez, Carnero, Covelo, Giovanella, Oubiña, Vicente, Djorovic, Bajcetic, Alvelo, Maté, Álvaro Pino... En el plano político, Abel Caballero, Corina Porro, Núñez Feijoo, Carmela Silva, Lucía Molares, Delfín Fernández, Chema Figueroa, Ventura Pérez Mariño y Jaime Rey... También estuvieron representados otros clubes e instituciones viguesas.

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