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El año de romper la libreta

Dani Pérez ajusta un detalle en "A Terca" antes del comienzo de una de las regatas.
photo_camera Dani Pérez ajusta un detalle en "A Terca" antes del comienzo de una de las regatas.
Dani Pérez cambió este verano de manera radical el reparto de pesos dentro de "A Terca"

Dani Pérez es un entrenador metódico, analista y calmado. Lo hace para introducir cambios, mejorar el barco y la condición física de sus remeros. Y tiene una libreta o una carpeta en su ordenador en el que anota datos, distribuciones de la trainera, peso de sus remeros y demás variables para encontrar la fórmula año a año, pero "siempre te llevas sorpresas y este año fue una de ellas. Las cosas no salían, el barco iba pesado y sin hacer buenos tiempos hasta que en medio de un entrenamiento cambié a todos los remeros y los envié cuatro centímetros más hacia la proa. Fue como ver la  luz". 
Un detalle que habla de lo complicado que puede ser el mundo del remo en banco fijo y también jugar con ese equilibrio que supone hacer navegar a una embarcación de fibra de carbono con 200 kilogramos de peso sobre la que sientan más de una tonelada, lo que suman todos los deportistas con su patrón. "Es complejo y esta temporada es la mejor prueba de ello. Partí con el barco más ligero de toda mi carrera como entrenador y, sobre el año pasado, con 30 kilos menos. Los situé e hice cambios, pero no encontré la tecla hasta el día que los moví a todos. Fue como romper la libreta porque era una configuración completamente distinta a la que tenía en Astillero o Tirán, por ejemplo. Lo que en esos casos me funcionó, esta campaña no era así. El entrenador tiene que ser abierto de miras y no ser cerrado con sus experiencias anteriores. Es preciso estar abierto a los cambios y también acostumbrarse a que lo que tienes como ideal no funcione en otro equipo". 
Por este motivo, los cambios dentro de una trainera son constantes y también lo es la tarea que tiene que realizar un preparador. La flexibilidad que tiene Dani Pérez para adecuarse al peso de la tripulación se traduce en pruebas, combinaciones, pero también en conversaciones con los remeros. Salvo en los casos en los que el técnico también es entrenador, desconoce la sensación interna del deportiva y lo que siente cada vez que mete la pala en el agua y aplica su fuerza. Los trece remeros juntos para impulsar el barco sobre un entorno cambiante como es el mar. Una situación compleja y el moañés explica que "los cambios también los hago en consonancia con el remero porque que vayan cómodos es clave. Pregunto y comentamos. Eso también es mucho mérito del remero, cuanto más sensible pueda ser, más ayuda al entrenador. No es cuestión de tener ahí un 'borrico' que reme como un animal con todo lo que le pongas. Es preciso disponer de deportistas inteligentes, que pongan su experiencia y sumen al equipo. Esto te ayuda a trabajar y a mejorar". 
De regreso al peso de cada remero de forma individual y también al conjunto, Dani Pérez explica que otro aspecto fundamental es determinar el ritmo preciso y encontrar el equilibrio. No funciona igual un joven de 21 años que un veterano de 33 y tampoco lo hará un deportista de 65 kilos que uno de 82 y 190 centímetros de altura, pero la técnica del remo exige ir en consonancia y dotar de un impulso único y colectivo al barco de trece personas que meten la pala y la sacan en el mismo momento del agua. Por eso, "lo que sí influye mucho el peso del barco es para la frecuencia de la palada. Por ejemplo, en la ACT ves ahora a una trainera muy potente como Orio que va a 35 paladas y desarrolla muy bien. Pero otra ligera, como Zierbena, necesita dos o tres de ritmo más para poder competir con ellos. Una tripulación ligera necesita y obliga una frecuencia alta. También pude comprobar que el remero potente y el que es alto lleva muy mal los entrenamientos de velocidad. También sufren más en las regatas en las que te pasas de ritmo y vas achicado. En esas circunstancias sufre mucho". 
El símil es sencillo de encontrar en el ciclismo. En un puerto de montaña va mejor el corredor fino, mientras que los fuertes y más pesados sufren. La situación ya cambia en el esfuerzo de contrarreloj individual y todavía más en una clásica de pavé donde los primeros son siempre corredores potentes, mientras que los escaladores ligeros no pueden seguir el paso. La gran diferencia en el remo es que Dani Pérez, como cualquier otro técnico, tiene que compaginarlos a todos y alcanzar "el equilibrio. Y es muy complicado encontrarlo. Esta temporada tengo a remeros que son muy ágiles como David González 'Chape' o Víctor que van muy cómodos a esos ritmos altos de 38 paladas, pero los más veteranos y fuertes sí que les cuesta más llegar. Lo ideal sería poder entrenar su punto débil, pero sólo tengo una sesión diaria y buscar la media. Ojalá tuviera dos sesiones al día para hacer una individual y otra colectiva y sería una maravilla, pero no estamos en ese nivel", explica el técnico.
Samertolameu, al igual que cualquier otra trainera de la Liga Galega, es una formación amateur cuyos remeros compaginan el deporte con su actividad laboral. A pesar de ello, entrenan como profesionales con seis sesiones a la semana para poder estar en los puestos cabeceros y sin apenas días de transición. Especialmente en primavera y verano se lleva el cuerpo al límite. 
El técnico de "A Terca" indica que "realizo test de pretemporada para poder individualizar el trabajo en tierra. Va por el peso del remero, pero también por lo que me dan estos resultados porque los hay más explosivos y otros más diesel, con una mejor resistencia al esfuerzo". A todo esto, Dani Pérez añade que "ahora competimos 10 semanas y si le añades la trainerilla son cuatro más. Es mucho tiempo y tienes que introducir cambios en función del rendimiento del barco y cambias algunas cosas. Sin irte de los objetivos generales, perfilas las series en función del rendimiento. Este año tenía un barco muy regular, pero el del año pasado era lento en el primer largo y después bueno a partir del tercero y hubo que trabajar la velocidad". 

Cuarto esta temporada
A pesar del trabajo, Samertolameu llega al final de campaña en la cuarta posición de la general y con escasas opciones de entrar en la segunda posición que otorga el derecho a disputar la ACT. Algo díficil para el vigente campeón, pero "era algo que podía pasar porque la igualdad es notable. En mis datos tengo que la velocidad del barco en regata y los tiempos tomados en los diferentes test son idénticos a los del pasado curso. No obstante, este año hay tres barcos que están siendo mejores, por muy poco en el caso de Tirán y Mecos, pero es así y hay que aceptarlo. Eso no quiere decir que no haya buscado hasta el más mínimo detalle para mejorar y lo conseguimos hacer". 
En todo caso el técnico valora que "salvo en dos regatas salimos contentos con nuestro rendimiento" y también destaca que "tres remeros de veinte años fueron clave en el barco. Y esto es muy importante para el futuro del club".n

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