Fútbol | Primera Federación

Una doble fiesta en color verde y celeste

Toda la plantilla y el cuerpo técnico celebraron sobre el césped de A Malata la clasificación para el play-off, que llegó tras los cinco minutos agónicos que               tardó en acabar el partido de Linares.
photo_camera Toda la plantilla y el cuerpo técnico celebraron sobre el césped de A Malata la clasificación para el play-off, que llegó tras los cinco minutos agónicos que tardó en acabar el partido de Linares.
El Celta B perdió en A Malata contra un Racing de Ferrol que selló su ascenso a Segunda, pero se mete en la fase de ascenso gracias al pinchazo del Linares

Son Vigo y Ferrol ciudades en paralelo. Si no hermanas, sí primas. Forjadas con el sudor de tantos y tantos trabajadores del sector naval, con sus luchas por una sociedad más justa y con los astilleros como parte intrínseca del paisaje. No son urbes muy dadas a las fiestas -no al menos sus ciudadanos de a pie- ni tampoco las que más salen en las fotos. Por eso, lo que sucedió ayer en A Malata es una de esas pequeñas grandes alegrías que suceden de vez en cuando. Una concatenación de acontecimientos que permitieron al Racing de Ferrol y al Celta B cumplir sus objetivos. La victoria verde dio el ascenso directo a la ciudad del norte de Galicia y el empate del Linares ante el San Fernando permitió al filial del sur conquistar su puesto en la fase de ascenso. Una doble fiesta estalló sobre el césped con felicidad y respeto mutuo. Cualquiera se alegra por sus primos. 

Eso fue al final. Porque, al principio, hubo nervios. Se notaba. Sobre todo en un Racing impreciso en los primeros compases de partido. El filial quiso la pelota, pero al ver que no la podía acaparar, decidió adoptar una posición más cautelosa. Y compitió. Liderado por un gran Sergio Barcia, el bloque céltico se juntó y presionó con agresividad a los locales. Y hasta logró un par de robos en campo rival. Sin consecuencias.

Poco a poco, el equipo ferrolano se fue serenando. En la medida que Carlos Vicente y, sobre todo, Héber Pena entraron en juego. El plan racinguista es llevarle lo antes posible la pelota a su demoledor tridente ofensivo -los mentados extremos y el vigués Manu Justo en punta-. Cuando lo conseguía, el conjunto verde generaba peligro. Un par de acciones espectaculares de Héber -una con caño incluido sobre Carrique- y otra de Carlos Vicente inquietaron, pero no asustaron. Las ocasiones escaseaban y las claras brillaban por su ausencia. Manzanara y el propio Pena lo intentaron, pero sin encontrar portería.

Todo debía decidirse en la segunda parte. El Alcorcón estaba ganando, lo que obligaba al Racing. El Linares empataba. El San Fernando había anulado la ventaja y ya no hubo más goles. El Celta B sólo estuvo fuera de la fase durante nueve minutos. 

Del partido estuvo dentro prácticamente todo el tiempo. Su ejercicio defensivo fue impecable, personificado en un Barcia estratosférico. Pero al Racing le iba la vida. Poco a poco apretaba más y más. Un gol anulado a Héber Pena por fuera de juego. En el área contraria,  un penalti no señalado por mano del baionés Brais. Fueron las polémicas arbitrales. No la hubo en la doble amarilla de Iván López, que destrabó el encuentro. Carlos Vicente aceleró y Jaume Jardí firmó los dos tantos que convertían el verde en Plata. El celeste también puede serlo vía play-off. Así se celebró la doble fiesta. 

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