Vig-Bay 2023

Un día más, pero sin Manu

Bomberos de Vigo, Porriño y Val Miñor y responsables de Axega rindieron homenaje a Manu Silva.
photo_camera Bomberos de Vigo, Porriño y Val Miñor y responsables de Axega rindieron homenaje a Manu Silva.
Samil vivió una salida con una hora menos de sueño y en memoria del llorado bombero

Gustan los corredores de controlar todo. O, al menos, intentarlo. De programar la preparación de una cita grande como la Vig-Bay al milímetro, aunque los planes después nunca salgan. Pero se afanan en esa previsión para llegar al día señalado en plenitud. O casi. O algo parecido. O, al menos, con la suficiente fuerza como para no considerar un suicidio deportivo meterse entre pecho y espalda más de 21 kilómetros. 

Lo malo es que ese autocontrol al menos intentado pasa una prueba de estrés de primer orden con el cambio de hora justo la noche antes de la carrera. Una hora que desaparece del necesario sueño propio. Y todo se desbarata un poco.

Lo primero es acercarse a Samil con tiempo. Los hay que quedan para compartir coche; los hay que se pueden permitir acercarse un poco más a la salida con su moto; los hay que miden la distancia para ir ya calentando; los hay que casi van paseando en bicicleta; y los hay, claro está, que llegan justos. Casi tarde. Los que buscan su sitio en el grupo de salida pegándose ya el primer calentón.

Esos escuchan por megafonía al alcalde de Vigo, Abel Caballero, dando ánimos -el ya clásico “sois los mejores del mundo”- y consignas -"despejad la carretera runners"-. El regidor tomó el micrófono para la  salida de los vehículos adaptados, primero, y para la salida multitudinaria, después.

Todo lo expuesto no deja de ser habitual en la salida de cada Vig-Bay. Intercambiando comentarios antes sobre la vestimenta, el ritmo, la meteorología… Pero esta 22 edición fue especial por el homanaje que se realizó en recuerdo del atleta ponteareano José Teixeira y del bombero estradense Manuel Silva, un habitual en los grandes eventos de toda Galicia como parte del Grupo de Apoyo Logístico de Axega y formador en la Academia Galega de Seguridad. Bomberos de Vigo, Porriño y Val Miñor y representantes de Axega corrieron unos metros antes de la gran salida portando el dorsal 1, que la organización de la gran carrera de Galicia reservó a Manu.

Las liebres cargan con la bandera y "la responsabilidad"

Portan sobre sus espaldas la responsabilidad de marcar un ritmo fijo. Y no acomodado a su gusto o a su estado en el día de la carrera, sino el que les ha sido asignado para que el resto de corredores les tengan de referencia. Son las liebres, que en una prueba multitudinaria como la Vig-Bay permiten correr hasta sin reloj -una locura- pero sin perder la hora.

En la salida, comentan entre ellos mientras se colocan las coloristas banderas que permite divisarlos con comodidad. Y cada uno comparte su técnica: uno, Paco, con los ritmos cada kilómetros perfectamente marcados en una pulsera; otro, César, con referencias a más largo recorrido escritas a bolígrafo sobre la piel. “Cada siete kilómetros valoras si vas bien en el tiempo y vas regulando por tu cronómetro”, comenta este último. Un veterano que en la pasada edición “hice el maratón de liebre en 3 horas y 45 minutos”. 

Paco, serio pese a las orejas de conejo que porta en su cabeza, reconoce que “es una responsabilidad. Es la carrera en todo el año en que sí que vas un poco presionado, porque en las demás vas a tu ritmo”. Los dos asumen el rol que les brinda la organización: “Nos conocían de otras carreras”.

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