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Un Descenso diferente

Los palistas tomarán la salida ya dentro del agua y no desde tierra, como se hacía en años anteriores.
photo_camera Los palistas tomarán la salida ya dentro del agua y no desde tierra, como se hacía en años anteriores.
Un total de 408 palistas y 286 barcos disputan hoy una prueba adaptada al coronavirus
El Descenso del Miño, una de las pocas pruebas deportivas que han resistido este verano en Galicia ante la pandemia de coronavirus, celebra hoy su 49ª edición con una estructura diferente, estrictas medidas de seguridad y menos participación que en años anteriores, debido principalmente a la ausencia de deportistas de Portugal. 
Un total de 286 barcos y 408 palistas se han inscrito en las diferentes categorías para cubrir los 17 kilómetros que separan el puente internacional de Salvaterra de Miño y las instalaciones del Kayak Tudense, organizador de la prueba, en la localidad de Tui.
La competición se divide este año en dos tandas, de mañana y tarde. En la primera de ellas, que comienza a las 11:00 horas, palearán cadetes y veteranos, mientras que en la segunda, desde las 18:00 horas, lo harán las categorías júnior y sénior.
Como en ediciones anteriores, el K2 sénior masculino y femenino será la categoría reina del Descenso del Miño y ambas regatas parten con claros favoritos. En la masculina, aspiran a subirse a lo más alto del podio el asturiano Miguel Fernández Castañón y el leonés José Julián Becerro, del Fluvial Barco.
Medalla de bronce en el último Campeonato de Europa de maratón, la pareja del club de piragüismo de O Barco de Valdeorras terminó en quinto lugar en el Mundial de esta misma especialidad y ha ganado pruebas tan prestigiosas como el Descenso del Sella.
En K2 femenino, las palistas del Kayak Tudense Tania Fernández y Ana Varela tienen serias posibilidades de adjudicarse la prueba en la sesión de tarde.
Menos clara está la quiniela en K1 sénior. En la categoría masculina, la pelea estará probablemente entre Sebastián Delgado, del Kayak Tudense, y Jesús Rodríguez León, del Fluvial Barco, mientras que en la femenina Celia Ramis, del Grupo Cultural Covagonda, y Carmen Villar, del Tudense, lucharán por la victoria.
En cuanto a las canoas, Pedro Areal y Julián Serrano, del Club Piragüismo Mahón, confían en llevarse el triunfo en C2 sénior y Fernando Busto Bandín, del club As Torres de Catoira, es el principal candidato en C1.
"Este no va a ser nuestro año", reconoce Manuel Pedrares, directivo del Kayak Tudense, que en la clasificación de clubes ve como favorito al Ciudad de Pontevedra, al ser el que más barcos ha inscrito en esta edición de la prueba, un total de cuarenta. "Nosotros llevamos dieciséis barcos. Es un año atípico porque tenemos deportistas que están preparando los selectivos de septiembre para el Europeo y el Mundial y no van a participar en el Descenso", añade Pedrares.
Las restricciones a las que obliga el coronavirus han hecho que el Descenso del Miño cuente este año con menos clubes de fuera de Galicia. De hecho, en esta 49ª edición solamente están representadas cuatro entidades no gallegas: el Náutico de Mahón mallorquín, el Piragua Madrid y los asturianos Piragüismo El Sella y Grupo Cultural Covadonga.
Suspendido el tradicional Descenso Popular, que congregaba a cientos de palistas, los voluntarios de la organización podrán centrarse en una competición que, a diferencia de años anteriores, dará la salida ya dentro del agua y no en tierra. Sin embargo, los organizadores destacan que la filosofía del descenso se mantiene. Diego Piña, presidente del club tudense, resalta que "el que quiera ganar una regata tan prestigiosa como esta tendrá que remar. No va a ser fácil. Que nadie se olvide de que son 17 kilómetros".
Por primera vez, el público no podrá acceder a las instalaciones del Kayak Tudense para ver la entrada en meta de los palistas, pero Diego Piña, que también ha participado en este Descenso, explica que "hay zonas del río muy bonitas para poder ver la prueba. Se pasa muy cerca del gran parque que hay en Tui cerca del río. Ese es un buen lugar". El paseo fluvial tudense y el puente internacional de Salvaterra, donde se dan las salidas, serán los mejores espacios para seguir el desarrollo de la prueba. n

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