Mañana a las 18:00 horas, el Balonmán Cangas afronta la Copa del Rey con la mente puesta en el Pabellón de los Deportes de Santander y la vista en esa Liga Asobal en la que ocupa la plaza de promoción de descenso a falta de cuatro encuentros. Se mide en el cuadro final al Logroño La Rioja con la ilusión de realizar un bueno torneo y, sobre todo, el deseo de evitar cualquier tipo de lesión o contratiempo. “Nos sirve para romper la monotonía y podemos usarla para ganar en competitividad y adquirir una inercia que nos ayude en el tramo final de liga. El año pasado se nos dio muy bien y llegamos con ilusión, aunque la situación en liga es diferente”, explica el entrenador del conjunto morracense, Nacho Moyano.
La Copa se presenta para olvidar una horas la Asobal o, quizás, para aliviar la presión de la competición de la regularidad con un buen torneo. El conjunto riojano es claramente favorito y busca en Santander llegar a la final por una parte del cuadro en la que no está el Barça, gran favorito, y tampoco otros grandes equipos. “Vamos a competir, con la ilusión de hacer un buen partido ante el Logroño y soñar en grande. Intentar pasar a esas semifinales y, a partir de ahí, ver lo que pasa”, añade Moyano.
Por su parte, el extremo Carles Vilanova afronta su primera Copa del Rey. “Es ilusionante para mí y para todo el equipo en general. Pensé que no iba a llegar por la lesión que tuve y justo me recuperé ahora. Estoy convencido de que vamos a competir y que tenemos opciones de meternos en toda una final de la Copa del Rey”, explica el extremo. Lograrlo, con el Barça como rival, sería obtener una plaza para Europa el próximo curso.
