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Los "conceptos" van saliendo

Óscar García Junyent dio instrucciones con asiduidad a sus jugadores durante el partido, pidiéndoles sobre todo que no se fuesen hacia atrás.
photo_camera Óscar García Junyent dio instrucciones con asiduidad a sus jugadores durante el partido, pidiéndoles sobre todo que no se fuesen hacia atrás.
El nuevo Celta de Óscar García Junyent evidenció en el Camp Nou novedades tácticas y de gestión de grupo

Quería Óscar García Junyent que en el partido ante el Barcelona se empezasen a ver "algunos conceptos" que había trabajado en sus tres días previos como entrenador del Celta y, a pesar de lo duro del resultado y de las cinco derrotas consecutivas, parece que así fue. El equipo celeste mostró otras cualidades futbolísticas diferentes a las que trataba de explotar el predecesor del de Sabadell en el cargo, Fran Escribá, mostrando el camino por el que quiere transitar desde ahora el bloque vigués para salir de la delicada situación de juego y de clasificación por la que estaba atravesando. La primera, al menos, pareció aliviarse, siquiera levemente.

Cambio de dibujo
Es lo más llamativo. La disposición sobre el campo de los célticos pasó del 4-4-2 preponderante en los tiempos de Escribá a un 5-3-2. Las bajas –Rafinha, Mina, Kevin...– y el rival, un Barcelona con una manera de juegar muy definida, ponen en el aire que ésta vaya a ser la apuesta característica del Celta de Óscar García. Sí es una solución para un plantilla que sí dispone de carrileros e interiores y no de extremos. El sábado mismo, al técnico celeste se le oyó decir en el Camp Nou que no disponía de extremos. Con la salvedad de que podría referirse a este encuentro en concreto y no a la plantilla, se trata de una reflexión ya realizada por sus predecesores. Y el viernes ya mentó, de pasada, la posibilidad de reforzar el plantel en el mercado invernal.

Presión  alta, situación en el campo
En un campo como el Camp Nou, donde el Barça suele someter al rival y obligarlo a jugar en su propio campo, el Celta planteó un sistema defensivo presionante e intentó que funcionase la presión tras pérdida, que apenas llegó a plantear sobre el campo con Escribá. Se vio, pues, a un equipo que se situó varios metros por delante y, en lo individual, que se echaba más encima del rival y defendía no sólo posicionalmente. Para no ser algo habitual, el resultado no estuvo tan mal. Baste recordar que tres de los cuatro tantos blaugranas llegaron a balón parado y que los culés no disfrutaron de un número elevado de ocasiones. Sí les bastó con forzar dos faltas al borde del área para que Messi decidiese.
Recuperar jugadores: Pione
Cierto es que las bajas limitaban el número de opciones ofensivas, pero no lo es menos que Óscar García Junyent disponía de más cuando decidió meter en el once inicial para jugar junto a Iago Aspas en punta a Pione Sisto. Se trató de un gesto que el danés agradeció realizando un buen partido. Al situarlo más arriba, contó igual con su capacidad para ofrecerse y limitó al máximo sus errores en el pase en zonas de peligro, aunque sí que cometió uno poco antes de ser sustituido. Con todo, es un jugador que vuelve a contar. Algo parecido, aunque con otras connotaciones, se puede decir de David Juncá. Para el catalán, muy cuestionado desde el año pasado, ser titular habrá sido un mensaje.
Las suplencias de Denis y Brais
Hasta la fecha, Denis Suárez había sido titular en todos los partidos del Celta. Tanto en las primeras semanas de la temporada, cuando su rendimiento así lo exigía, como en las últimas, cuando había bajado tantos enteros que su presencia pasaba desapercibida. El sábado era, además, un día especial para él, ya que volvía al Camp Nou tras haber dejado esa casa el pasado verano. Sin embargo, Óscar García Junyent lo sentó en el banquillo y sólo lo sacó en los minutos finales. Uno de los futbolistas más caros pasó a ser suplente, aunque tras el encuentro el técnico no dudó en decir que era "uno de los mejores jugadores" de su plantilla. Su suplencia tiene también una lectura táctica que se hace extensible a Brais Méndez, aunque este último ya estaba acostumbrado a no estar en el once con Escribá desde la llegada de Rafinha.

Los cambios de rol
Algunos de los futbolistas empleados en el Camp Nou tuvieron un rol sensiblemente diferente al habitual. Así, Lucas Olaza pasó de ser un lateral al uso a ejercer de central en una línea de tres, teniendo en el banquillo a Costas y Sáenz. Ya queda dicho que Pione hizo de segundo delantero. Y en el centro del campo, el reparto de roles no fue el esperado: lejos de ejercer de pivote, Lobotka fue el interior más ofensivo, situándose entre líneas cuando la posesión era celeste. Y ese papel más posicional le correspondió a Fran Beltrán, estando Okay en el banquillo. Y Pape ejerció de lo que es: un interior con capacidad para ir de área a área.n 

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