El equipo vigués sumó un punto y se sitúa a seis del Sayre a falta de dos partidos
A un paso del descenso, que podría confirmarse hoy. El Club Vigo Voleibol perdió ayer ante el Dumbría por 3-2, sumó un punto y se queda a seis a falta de dos partidos del Sayre Bulcan Arte, que debe perder los duelos que quedan para que los olívicos tengan alguna opción de permanencia. Algo que parece imposible porque la formación canaria se mide esta tarde (15:00) al Calasancias Coruña, último y sin puntuación en lo que va de temporada.
Sólo un milagro notable, ya que además de los puntos el Club Vigo pierte todos los criterios de desempate ante el Sayre, podría salvar la temporada viguesa. No obstante, queda la opción de una permanencia administrativa en caso de no cubrirse las plazas en Superliga 2 la próxima campaña, un hecho que ya se dio en el pasado.
En lo puramente deportivo, el juego del equipo dirigido por Suso Penedo y Yolanda Sienes experimentó ayer un avance notable. Ante el Dumbría, que marcha cuarto a cuatro puntos del liderato y uno de la segunda plaza, mostró su mejor imagen. Cedió por 3-2 en un duelo duro, de poder a poder y con una actuación arbitral muy discutida por parte viguesa porque en el cuarto set y con igualada a 22 tantos, los olívicos vieron tres amarillas y una cartulina roja. Sería clave porque a esas alturas de enfrentamiento el marcador marchaba 1-2 para los vigueses tras obtener la victoria en el primer y el tercer set del día.
El cuarto parcial lo terminaron cediendo por 25-22 y, a pesar de ello, volvieron a meterse en el duelo para luchar por el triunfo en el quinto y definitivo, pero cedieron por 18-16. Una derrota que deja al conjunto vigués en una mala situación clasificatoria, pero que permitió recuperar sensaciones y el juego desarrollado hasta antes del parón de Navidad.
Sólo un milagro notable, ya que además de los puntos el Club Vigo pierte todos los criterios de desempate ante el Sayre, podría salvar la temporada viguesa. No obstante, queda la opción de una permanencia administrativa en caso de no cubrirse las plazas en Superliga 2 la próxima campaña, un hecho que ya se dio en el pasado.
En lo puramente deportivo, el juego del equipo dirigido por Suso Penedo y Yolanda Sienes experimentó ayer un avance notable. Ante el Dumbría, que marcha cuarto a cuatro puntos del liderato y uno de la segunda plaza, mostró su mejor imagen. Cedió por 3-2 en un duelo duro, de poder a poder y con una actuación arbitral muy discutida por parte viguesa porque en el cuarto set y con igualada a 22 tantos, los olívicos vieron tres amarillas y una cartulina roja. Sería clave porque a esas alturas de enfrentamiento el marcador marchaba 1-2 para los vigueses tras obtener la victoria en el primer y el tercer set del día.
El cuarto parcial lo terminaron cediendo por 25-22 y, a pesar de ello, volvieron a meterse en el duelo para luchar por el triunfo en el quinto y definitivo, pero cedieron por 18-16. Una derrota que deja al conjunto vigués en una mala situación clasificatoria, pero que permitió recuperar sensaciones y el juego desarrollado hasta antes del parón de Navidad.
