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El Celta también presume de saber sufrir

Fran Escribá está logrando que el equipo se sienta más seguro sin balón con un sistema defensivo basado en lo posicional más que en la presión.
photo_camera Fran Escribá está logrando que el equipo se sienta más seguro sin balón con un sistema defensivo basado en lo posicional más que en la presión.
El sistema defensivo celeste le ha permitido salir indemne contra grandes ataques y el equipo acumula cuatro jornadas sin encajar en jugada elaborada

El Celta ha acumulado esta temporada mucha calidad individual ofensiva. A la presencia de Iago Aspas y Brais Méndez, se ha unido las llegadas de Santi Mina, Denis Suárez y Rafinha Alcántara para dar no sólo un empuje identitario, sino también de nivel futbolístico. Con todo, esa explosión en el ataque todavía no ha llegado –de los cuatro mentados, sólo Denis se ha estrenado como goleador y el equipo vigués era el que menos había disparado sobre la portería contraria antes del arranque de la última jornada– pero la ilusión celeste se está sosteniendo sobre la capacidad defensiva del bloque. Un aspecto de menos relumbrón  pero que se venía echando en falta por estos lares en las últimas temporadas.

Si se exceptúa la derrota en la primera jornada ante el Real Madrid (1-3), el equipo vigués no ha recibido gol alguno en jugada elaborada en las últimas cuatro jornadas. Todos han sido o en acciones a balón parado o de un gran disparo desde fuera del área, como el de Yangel Herrera para el Granada. Incluso en ese partido, en el que el bloque celeste estaba con dos jugadores menos sobre el campo cuando encajó los dos goles, estos llegaron en un saque de esquina y en el mentado zapatazo del venezolano. De los otros tres partidos jugados, dos acabaron con la portería de Rubén imbatida (1-0 ante el Valencia y el 0-0 del Wanda Metropolitano del pasado sábado ante el Atlético de Madrid) y en el tercero, el empate en Sevilla a un gol, el tanto del Mudo Vázquez llegó en una falta lateral con un perfecto cabezazo del argentino.

Es decir, que el sistema defensivo impuesto por el técnico celeste, Fran Escribá, con el equipo esperando la mayor parte del tiempo en campo propio y con una defensa más posicional que presionante, parece haberse adaptado a las condiciones de sus futbolistas. Ya sea en el habitual 4-4-2 como en el 4-1-4-1 del Wanda.
Dicha capacidad de sufrimiento sin balón se ha dado, además, sin un pivote de corte defensivo claro en el centro del campo. Pero, eso sí, con un dúo de centrales formado por Joseph Aidoo y Néstor Araujo que está resultando muy efectivo.  De hecho, con ambos formando pareja en el centro de la defensa, el Celta todavía no ha encajado un gol jugando once contra once. O sea, que las únicas veces que ha tenido que recoger el balón del fondo de la portería con el ghanés y el mexicano sobre el campo fue en el duelo ante el Granada, cuando estaba con dos efectivos menos sobre el campo.
Por cierto que el mareo con el que acabó el sábado el partido Aidoo no ha supuesto mayor problema para que ayer realizase una sesión de recuperación al igual que sus compañeros.
La propia plantilla ha valorado públicamente desde el arranque de Liga la capacidad para sufrir y no encajar cuando el rival manda. Sucedió, por momentos, ante el Valencia, el Sevilla y, el pasado sábado, ante el Atlético. Tres rivales, además, con un enorme potencial ofensivo. Como del que espera presumir el Celta cuando destape el tarro de las esencias sintiéndose bien seguro atrás.n

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