Las cinco incorporaciones del club vigués sólo se superaron en el verano de 2018
En aquel lejano verano de 2012 el Celta Bosco, por aquel entonces bajo el mecenazgo de Selmark, tomó la complicada decisión de dejar la máxima categoría del baloncesto español por motivos económicos y, desde entonces, el club modifica año a año su plantilla. Movimientos de mercado que en el actual rozaron el récord tras una campaña lejos de las expectativas generadas. Al equipo llegan cinco jugadoras, una cifra sólo superada en el período de incorporaciones de 2017, cuando incorporó un total de seis, si bien, una de ellas, la viguesa Paula Fernández Ahuja, procedía del Seis do Nadal de categoría autonómica. Casi una deportista de la casa.
La remodelación del presente mercado veraniego se produce, al igual que en la ocasión anterior, tras un curso decepcionante. En aquella ocasión, el club había formado una escuadra de nivel con la llegada de Anne Senosiain y las extranjeras Daisy Alaeze, Cecilia Okoye y Kristina Arsenic. Salvo la navarra, que continuó en la entidad, las otras jugadoras salieron del equipo al igual que Ylenia Manzanares, otra jugadora de gran peso en la formacion. Un balance de 12 victorias y 14 derrrotas provocó la profunda renovación de la escuadra para incorporar a Sara Ogoke, Itziar Germán, Minata Keita, las jóvenes Patricia Vicente y Ainhoa Lacorzana, y Paula Fernández. A ello se sumó la participación cada vez mayor de Raquel Carrera y el equipo finalizó primero para dejar escapar el ascenso en la final de la promoción. La reconversión funcionó.
Una historia similar vuelve a vivirse este verano con la salida de jugadoras de mucho peso como Germán, Senosiain, Edeferioka y Richarson, y otras sin tanto protagonismo como María Barneda o Tamara Montero. En su lugar llegan las bases Mariona Martín y Florencia Niski, la exterior Rosemarie Julien y las pívots Maja Stamenkovic y Marita Davydova. A priori, salvo Niski, que cuenta con sólo 17 años, las otras cuatro jugadoras llegan con el cartel de ser parte del quinteto inicial de Cantero. La renovada Celia García completaría el listado de las jugadoras llamadas a ser de referencia. A ellas se suman las renovadas Lacorzana y Coello y un nutrido grupo de canteranas con Carla Prieto, Lucía Fontela y Noa Comesaña. Una formación que intentará exprimir Cantero para estar en la zona alta de la clasificación en un curso con el ascenso en perspectiva, pero en el que es fundamental meterse en las cuatro primeras posiciones que permitirán entrar en la Liga Femenina 2 Pro que se creará el siguiente curso, con grupo único para toda España.
Lejos quedan los primeros veranos desde aquel 2012 en el que el club optó, debido a las cuestiones económicas, a dejar la Liga Femenina 1. Aquellos meses llegaron tres jugadoras foráneas, aunque el club se cimentó en las canteranas, las que ya estaba en el equipo y las que fueron llegando, entre ellas, una María Pérez Araujo ahora en el potente Girona.Un cuatrienio con dos o tres incorporaciones, alguna en invierno, hasta la llegada de Zorka como patrocinador de la entidad y, con él, una mayor apuesta en el mercado veraniego. Ahora también se unió Recalvi.n
La remodelación del presente mercado veraniego se produce, al igual que en la ocasión anterior, tras un curso decepcionante. En aquella ocasión, el club había formado una escuadra de nivel con la llegada de Anne Senosiain y las extranjeras Daisy Alaeze, Cecilia Okoye y Kristina Arsenic. Salvo la navarra, que continuó en la entidad, las otras jugadoras salieron del equipo al igual que Ylenia Manzanares, otra jugadora de gran peso en la formacion. Un balance de 12 victorias y 14 derrrotas provocó la profunda renovación de la escuadra para incorporar a Sara Ogoke, Itziar Germán, Minata Keita, las jóvenes Patricia Vicente y Ainhoa Lacorzana, y Paula Fernández. A ello se sumó la participación cada vez mayor de Raquel Carrera y el equipo finalizó primero para dejar escapar el ascenso en la final de la promoción. La reconversión funcionó.
Una historia similar vuelve a vivirse este verano con la salida de jugadoras de mucho peso como Germán, Senosiain, Edeferioka y Richarson, y otras sin tanto protagonismo como María Barneda o Tamara Montero. En su lugar llegan las bases Mariona Martín y Florencia Niski, la exterior Rosemarie Julien y las pívots Maja Stamenkovic y Marita Davydova. A priori, salvo Niski, que cuenta con sólo 17 años, las otras cuatro jugadoras llegan con el cartel de ser parte del quinteto inicial de Cantero. La renovada Celia García completaría el listado de las jugadoras llamadas a ser de referencia. A ellas se suman las renovadas Lacorzana y Coello y un nutrido grupo de canteranas con Carla Prieto, Lucía Fontela y Noa Comesaña. Una formación que intentará exprimir Cantero para estar en la zona alta de la clasificación en un curso con el ascenso en perspectiva, pero en el que es fundamental meterse en las cuatro primeras posiciones que permitirán entrar en la Liga Femenina 2 Pro que se creará el siguiente curso, con grupo único para toda España.
Lejos quedan los primeros veranos desde aquel 2012 en el que el club optó, debido a las cuestiones económicas, a dejar la Liga Femenina 1. Aquellos meses llegaron tres jugadoras foráneas, aunque el club se cimentó en las canteranas, las que ya estaba en el equipo y las que fueron llegando, entre ellas, una María Pérez Araujo ahora en el potente Girona.Un cuatrienio con dos o tres incorporaciones, alguna en invierno, hasta la llegada de Zorka como patrocinador de la entidad y, con él, una mayor apuesta en el mercado veraniego. Ahora también se unió Recalvi.n
