El club sigue confiando en que los buenos número de los anteriores ejercicios permitan asumir el revés económico
Con el paso de los meses, las previsiones económicas van empeorando a pasos casi de gigante. Sin visos de recuperación todavía, el Celta va actualizando sus previsiones sobre el resultado del ejercicio económico que se cierra el próximo mes de junio. Y lo hace a peor. Cuando el pasado 18 de diciembre esperaba tener que asumir unas pérdidas por encima de los 10 millones de euros, ahora dicha cifra se ha elevado hasta más de 15.
Ninguno de los parámetros principales que afectan a las cuentas del club ha experimentado mejoría alguna. El fútbol, como el resto de sectores, está sufriendo el azote de la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus Covid-19, que ya afectó al pasado ejercicio pero que hace sangre especialmente en el actual. La situación sanitaria no ha mejorado, sino que ha empeorado con la llegada de la tercera ola, lo que provoca que no se haya avanzado en positivo en ningún aspecto: sigue sin haber público en los estadios, con lo que eso supone para una campaña de socios que el club todavía no ha cifrado oficialmente pero que se presume más que escasa; los ingresos atípicos a través de tiendas o restauración, que dependen de la sociedad Afouteza y Corazón, continúan bajo mínimos; y el mercado de fichajes de enero ha sido, como se esperaba, excepcionalmente remiso al gasto.
En Príncipe, los responsables del club siguen preocupados pero no alarmados por la situación. Los buenos resultados de los anteriores ejercicios permiten tener un remanente en caja de más de 25 millones que sirve para asumir el golpe. Eso sí, como ya se indicó en diciembre, la tesorería quedará a cero, lo que puede obligar a nuevos sacrificios el próximo verano si la situación no mejora.
Ninguno de los parámetros principales que afectan a las cuentas del club ha experimentado mejoría alguna. El fútbol, como el resto de sectores, está sufriendo el azote de la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus Covid-19, que ya afectó al pasado ejercicio pero que hace sangre especialmente en el actual. La situación sanitaria no ha mejorado, sino que ha empeorado con la llegada de la tercera ola, lo que provoca que no se haya avanzado en positivo en ningún aspecto: sigue sin haber público en los estadios, con lo que eso supone para una campaña de socios que el club todavía no ha cifrado oficialmente pero que se presume más que escasa; los ingresos atípicos a través de tiendas o restauración, que dependen de la sociedad Afouteza y Corazón, continúan bajo mínimos; y el mercado de fichajes de enero ha sido, como se esperaba, excepcionalmente remiso al gasto.
En Príncipe, los responsables del club siguen preocupados pero no alarmados por la situación. Los buenos resultados de los anteriores ejercicios permiten tener un remanente en caja de más de 25 millones que sirve para asumir el golpe. Eso sí, como ya se indicó en diciembre, la tesorería quedará a cero, lo que puede obligar a nuevos sacrificios el próximo verano si la situación no mejora.
