El pasado 22 de febrero, el Celta se imponía al Leganés en Balaídos (1-0) en su partido número 900 como local en Primera División. Más de ocho meses después, el equipo vigués afronta este domingo, con la Real Sociedad de rival, su décimo encuentro consecutivo sin público en las gradas y los números dictan que tal factor está siendo determinante en su rendimiento en cuanto a resultados.
De los nueve duelos disputados en el estadio vigués en estos últimos meses de pandemia de coronavirus, el Celta apenas ha ganado dos –el 6-0 al Alavés del pasado curso y el 2-1 al Valencia del actual–, ha empatado tres –Barça, Betis y Atlético la anterior temporada– y ha perdido cuatro –Villarreal y Levante en verano y Barcelona y Atlético ya esta campaña–. Es decir, ha logrado un 22,2% de triunfos, un 33,3% de igualadas y un 44,44% de derrotas.
Son porcentajes muy alejados de los habituales del Celta en casa en sus 900 encuentros anteriores en la máxima categoría. De esos nueve centenares, salió triunfante en más de la mitad, 461 ocasiones (51,22%), empató en 231 (25,66%) y tan solo perdió en 208 (23,11%). Es decir, que sin público pierde casi el doble (de 23,11 a 44,44%), empata algo más (de 25,66 a 33,33%) y gana mucho menos de la mitad (de 51,22 a 22,22%).
Una tendencia
Obviamente, el campo de estudio es demasiado desigual como para que la comparativa sea estadísticamente pura. Pero sí habla de una tendencia que los propios protagonistas han señalado. El entrenador céltico, Óscar García Junyent, ya ha dicho con todas las letras que no son el mismo equipo en Balaídos con y sin público. Y los marcadores de los suyos, desde luego, invitan a darle la razón. La Real Sociedad, que llega como líder a Vigo, pondrá a prueba una vez más la capacidad del equipo vigués para brillar en su estadio.n
