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El Celta B lo pide al punto y a la brasa en Madrid

Gabri debutó en Segunda División B e, igual que en la pretemporada, dejó muy buenas sensaciones.
photo_camera Gabri debutó en Segunda División B e, igual que en la pretemporada, dejó muy buenas sensaciones.
El filial céltico empató tras ir por detrás dos veces en su visita al Inter bajo un calor extremo

Carne al punto. Y con calor. Mucho calor. El Celta B dio ayer el primer paso en la nueva temporada con una barbacoa en tierras madrileñas. Pero no para comer, sino en una especie de 'brunch'. Así lo hacen en la casa del Inter de Madrid. Los hermanos Montes se estrenaron al frente del filial céltico en un choque que, pese a jugarse a las 11:00, registró unas temperaturas que complicaban cualquier actividad deportiva y lo hicieron con un empate.
Seguramente, pese a la sensación de que la carne de la plantilla está poco hecha, conseguir que la del resultado esté al punto fue muy bien valorado por los técnicos redondelanos. Por eso y porque los locales entraron mejor al partido en una primera parte en la que desarbolaron a los celestes. Todos los segundos balones caían en los pies de los jugadores locales, más intensos en los duelos y en las disputas, y más dispuestos a afrontar las difíciles condiciones del partido. Así, en una de estas acciones, el Inter robó, el Inter corrió y el Inter mató. Gallardo ganó la línea de fondo y cedió atrás para  Rubén Ramos, que no perdonó ante el debutante Fran Vieites.
Pero tan solo hubieron de pasar cinco minutos para que todo volviese a estar como antes. Y no por fruto de una reacción en el juego, sino por el potencial individual, que el Celta B lo tiene y mucho. Gabri, el juvenil de 17 años que se convirtió en la sensación de la pretemporada, recibió un gran primer pase de Ros y sacó su talento a pasear para filtrar un pase por encima de la defensa hacia la carrera de Apeh. Y cuando Manolito galopa hacia dentro del área es letal. El nigeriano igualaba el choque y todo volvía a empezar.
O a seguir, mejor dicho. Porque el desarrollo del choque no mudó un ápice. El nivel competitivo del filial era netamente inferior al de los locales. Casi inversamente proporcional al de la calidad. Los Montes dejaron claro su sello de fútbol con Molina como pivote posicional y con la puesta por Gabri y Solís como interiores.
Pero la calidad no fluye sin balón y el Celta B no lo tenía. Al final, la insistencia del Inter tuvo premio y Rufo desequilibró de nuevo la balanza al filo del descanso. Todo ello después de un parón para beber pocas veces tan necesario.
 A la vuelta de vestuarios, los jugadores visitantes vestían un uniforme diferente. No uno real, sino imaginario. La funda de trabajo que los hermanos Montes obligaron a ponerse a sus futbolistas. Así, el equipo celeste igualó la intensidad local, cada vez menor por el desgaste del primer acto en las brasas del Ángel Nieto. El Celta B encontró el empate a la salida de un córner, con un testarazo de Apeh repelido por el portero que Dani Molina alojó en la red con la cabeza.
El gol lanzó al filial, que jugó sus mejores minutos. Tuvo el balón gracias al cansancio rival. Pero más allá de un cabezazo arriba de Farrando, no gozó de ocasiones para ganar. Pero a falta de primero, segundo y postre, buena es la carne al punto.

Internacional de Madrid: 
Felipe; Gallardo, Moyano, Gonzalo, Diego Simón (Aitor Núñez, min. 62); Del Pozo, Herrero; Noman (Boselli, min. 82), Júnior; Rubén Ramos y Rufo (Aythami, min. 71).
 Celta B: 
Fran Vieites; Carreira, Farrando, Ros, Pampín (Lauti de León, min. 70); Dani Molina, Gabri, Solís (Manny, min. 56); Yeboah (Álvarez, min. 56), Jacobo y Apeh.
 Goles: 
1-0, min. 5: Rubén Ramos; 1-1, min. 10: Apeh; 2-1, min. 44: Rufo; 2-2, min. 70: 
Dani Molina.
Árbitro: 
Caparrós Hernández (Comité valenciano). Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales Rufo, Gonzalo y Moyano y a los visitantes Yeboah y Fran Vieites.
 Incidencias:
Partido disputado en el estadio Ángel Nieto ante 250 espectadores.
 

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