triatlón

Un calendario propio

Gustavo Rodríguez sale a entrenar a diario pensando en las posibles carreras a partir de septiembre.
photo_camera Gustavo Rodríguez sale a entrenar a diario pensando en las posibles carreras a partir de septiembre.
Gustavo Rodríguez se prepara para llegar a septiembre en su mejor estado de forma
La pandemia de coronavirus liquidó todas las competiciones previstas desde el pasado mes de marzo, pero, una vez superada la fase de confinamiento, se empiezan a ver algunos brotes verdes, siempre con la amenaza de que la situación pueda involucionar en cualquier momento. Para los deportistas, entrenar sin un objetivo a la vista resulta extremadamente duro, por lo que algunos, como Gustavo Rodríguez, han empezado a prepararse con su propio calendario, sin pensar demasiado en si finalmente se podrá llevar a cabo o no.
El Embrunman, un ironman que se celebra a mediados de agosto en Los Alpes franceses y que todavía no ha sido cancelado, y el mes de septiembre, cuando se supone que se llevarán a cabo más competiciones, son los retos que se ha marcado el triatleta tudense, que también tiene previsto entrenar en julio con el paralímpico Héctor Catalá, con el que trabaja como guía de cara a los Juegos de Tokio.
"Ahora mismo, estoy interiorizando llegar bien a agosto para hacer el Embrun, una prueba que tenía como objetivo principal hace dos y tres temporadas. Quiero prepararlo y no pensar mucho en la posibilidad de que se pueda anular para llegar al 15 de agosto en las mejores condiciones posibles, porque parece que el organizador está por sacarlo adelante. Es un ironman en Los Alpes, con una bicicleta muy dura y de los más prestigiosos del mundo, así que allí estaremos si la cosa evoluciona bien", afirma Gustavo.
Mañana hará un año que el tudense acabó cuarto en el Ironman de Brasil y se quedó a un paso a clasificarse para el Mundial de Kona, en Hawai, una 'decepción' que ahora mismo echa de menos. "Las competiciones son lo que más echamos en falta. Al final nos hemos comido la parte más dura del año, que es el invierno, con peor climatología, entrenamientos en altura… el trabajo más en la oscuridad. Y ahora que venía la época de recoger lo sembrado, llegó todo eso. De hecho, nos cogió en Dubai, a dos días de empezar la competición, después de haber completado toda la pretemporada", recuerda.
Como el resto de la población, Gustavo Rodríguez pasó como pudo los dos meses de confinamiento y, ahora, "poco a poco estoy volviendo a la rutina. Es verdad que durante el confinamiento, quitando el agua, con el rodillo, la cinta de carrera y algunos ejercicios de fuerza más o menos se fue sobrellevando en casa. El gran problema, más que el nivel físico que hayamos podido mantener o no, es la incertidumbre que tenemos con respecto al calendario. Muchos días te asalta la duda de si lo que estoy haciendo servirá para algo. Al final, los objetivos son el motor de los deportistas para buscar el rendimiento y eso es lo más duro. En esas seguimos, a ver qué calendario se hace y qué carreras tenemos por delante. En mi caso, apuesto por llegar fuerte a septiembre y octubre para ver lo que finalmente habrá ahí y poder escoger".
Para el tudense, la desescalada está siendo peor que el propio confinamiento: "La gente hablaba de que estaba desmotivada cuando estuvimos encerrados, pero la verdad es que yo encontré una vía de escape en el entrenamiento. Luego, en la primera semana de la desescalada, fue cuando noté un poco de bajón porque no es sólo poder salir a la calle, sino que la vuelta a la normalidad implica más cosas y ahora es cuando nos empezamos a dar cuenta. Entonces hay que buscar objetivos, aunque no estén claros. Yo voy a hacer mi apuesta de que en septiembre va a haber carreras y voy a llegar en forma a esas fechas. Ahora ya estoy reencontrando esa motivación engañando un poco a la mente".
Además de su carrera como deportista individual, Gustavo Rodríguez tenía una cita este verano en los Juegos Paralímpicos de Tokio con Héctor Catalá. "El aplazamiento era la decisión más lógica y más justa. Al principio, cuando recibes la noticia, es un jarro de agua fría porque estábamos muy mentalizados para que fuera este año. Ya habíamos empezado con una concentración en Sierra Nevada y con un primer boceto de  planificación de los Juegos y al final se cambió todo. Se aplaza para el año que viene y, dentro de lo que cabe, si se celebra en 2021 no es un cambio muy sustancial. Lo que toca ahora es trabajar juntos y, si todo va bien, en julio probablemente volvamos los dos a altura para seguir trabajando de cara al siguiente verano", indica el tudense, que espera que "después de este año se retome la normalidad". n

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